Moracho, lesionado, probable baja en los 110 metros vallas

I. M. Javier Moracho es muy dudoso en los 110 metros vallas, cuyas series comienzan hoy. Una contractura que le causa un intenso dolor al correr le ha hecho declarar: "Lo más que podré hacer es el calentamiento y esperar hasta última hora mi recuperación. Me temo que no sea posible". Domingo Ramón y Francisco Sánchez Vargas también presentan problemas físicos para afrontar, el jueves, las semifinales de los 3.000 obstáculos. Ramón se queja de los abductores; Sánchez Vargas, de los tendones.

El complejo hotelero donde permanece el equipo español, junto a todos los demás, en Roma, está cerrado herméticamente. Sólo es posible la entrada si se avisa con 24 horas de anticipación y siempre que tramite la petición el jefe del equipo. Las noticias que se reciben son confusas. El médico de la selección dijo, telefónicamente, que Moracho estaba entrenándose cuando éste había hecho pública ya su lesión y permanecía en la piscina. Del estado de Ramón y Sánchez Vargas no hay un parte.

Moracho ha acudido a estos Mundiales con la octava mejor marca mundial del año, lo que, teóricamente, le da un puesto en la final. En los Campeonatos de España rebajó su récord nacional a 13.42 segundos. Ratificaba así que su trayectoria sigue siendo ascendente tras haber alcanzado ya la final olímpica en Moscú 80. Moracho se encontraba en gran forma. Pero cometió un error, gravísimo a juicio de su entrenador, Jaime Enciso. Moracho quiso hacer valer su sitio en las reuniones europeas. Corrió en Zúrich, Colonia y Berlín. Allí se lesionó.

"Quizá me sobraron dos carreras", confiesa Moracho, "pero eso lo digo ahora, cuando veo que no voy a tener tiempo de recuperarme. El primero que lo siento soy yo. Por ganar en Roma hay un premio de un millón de pesetas, pero no es el dinero lo que me importa, porque yo, desde luego, no iba a ser el vencedor. Es el pasarme todo un año preparando esta competición y ver ahora que no ha valido de nada".