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La propuesta naval de Gorbachov coincide con la entrada en vigor de una nueva doctrina de EE UU

Andrés Ortega

A. O. La propuesta de Mijail Gorbachov para reducir la actividad aeronaval en los mares del norte de Europa supone nuevos apuros para EE UU. Según fuentes occidentales, esta propuesta coincide con la entrada en vigor de una nueva doctrina naval norteamericana en la zona, y esta coincidencia no escapa a algunos medios de la OTAN.

La importancia del factor marítimo es mayor para la OTAN que para el Pacto de Varsovia, en razón de la distancia que separa a Estados Unidos de Europa, señalan funcionarios occidentales. La OTAN, que estudiará la propuesta, no quiere comprometer las, posibilidades para la llegada de refuerzos a Europa en caso de crisis. Por ello, y por sus intereses globales en los que la fuerza naval tiene un importante papel, EE UU nunca ha querido, ni seguramente querrá ahora, incluir las fuerzas navales -salvo los submarinos con armamento nuclear estratégico- en negociaciones sobre control de armamentos.

[La portavoz del departamento de Estado norteamericano, Phyllis Oakley, declaró ayer que Ee UU tiene escaso interés en la propuesta formulada por Gorbachov, porque las "actividades marítimas y aéreas en esa región son vitales para la defensa de los aliados y la seguridad de la OTAN en su conjunto", informa Reuter. Por su parte, el ministro de Defensa noruego, el socialdemócrata Johan Holst, afirmó ayer que la propuesta de Gorbachov "es interesante", informa Efe desde Copenhague.]

La nueva doctrina naval norteamericana, que ha causado cierta preocupación en los países de la zona, como Noruega, es una adaptación a ese entorno de la doctrina de la batalla aeroterrestre (airland battle). La nueva doctrina naval implica, en caso de guerra, bombardeos con aparatos instalados en portaviones contra la península de Kola, donde se encuentra la principal base soviética de la zona, la persecución activa de submarinos bajo los hielos y otros elementos tácticos en los que predomina la ofensiva sobre la defensa, indican las citadas fuentes.

[Por otra parte, el Senado de EE UU aprobó el jueves un proyecto de ley por el que se exige al presidente Ronald Reagan el cumplimiento del tratado SALT II, de 1979, sobre limitación de armamentos estratégicos, que nunca fue ratificado por el Congreso norteamericano. Es probable que Reagan lo vete.]

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