Siete muertos en Ibiza al colisionar un autocar con turistas y una moto

Siete personas murieron ayer en Ibiza al chocar una motocicleta de gran cilindrada y un autocar con turistas alemanes. Las siete víctimas mortales no pudieron ser identificadas inicialmente al quedar carbonizadas tras el impacto y al morir la guía holandesa, que llevaba la lista de los viajeros. El depósito de combustible de la moto reventó tras el impacto, incendiándose a continuación el autocar, cuyas puertas de emergencia quedaron bloqueadas.

El conductor de la moto resultó muerto, y no se ha podido confirmar si otra de las víctimas viajaba con él. Además de los siete fallecidos, otras 23 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. Ocho de los afectados con importantes quemaduras fueron trasladados al hospital de la Fe de Valencia, ya que en Ibiza no existe unidad de grandes quemados.Pedro Mariño, director gerente del centro sanitario, manifestó a Efe que los heridos se encontraban en estado muy grave y cuatro de ellos presentaban quemaduras en el 50% del cuerpo. De los ocho trasladados a Valencia, todos ellos de nacionalidad alemana, cinco son mujeres, dos hombres y un niño. Este último de pronóstico "menos grave".

El director de la ciudad sanitaria La Fe se mostró optimista sobre la evolución de los quemados, aunque manifestó sus reservas ante la existencia de lesiones en el aparato respiratorio. El niño, que presenta quemaduras en el 10% de su cuerpo, podría abandonar hoy la unidad de cuidados intensivos y ser trasladado a una habitación.

Estalló el depósito

El accidente se produjo a la una y media de la tarde, cuando la motocicleta se empotró en el autocar, después de adelantar a un tercer vehículo, en la carretera que une Ibiza con la localidad de Santa Eulalia del Río. El depósito de combustible de la moto estalló y el fuego se propagó al transporte colectivo.Tras el choque, la práctica totalidad de los turistas tuvo que ser atendida, aunque algunos de ellos -unos seis- fueron dados de alta poco después. En una primera estimación, el número de heridos ascendía a una veintena y, según testigos presenciales, entre los carbonizados se encontraba un niño. El conductor del autocar, Andrés Parjo Angorrila, de 43 años de edad, resultó ileso.