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La misión de la ONU en el Sáhara guardará silencio hasta que vuelva a Nueva York

La comisión técnica de la ONU rompió ayer su aislamiento informativo para anunciar indirectamente por medio del ministro del Interior y de la Información marroquí, Dris Basri, que lo que tenga que decir de sin visita de inspección al Sáhara occidental lo hará, mediante comunicado oficial, al término del viaje, después de sus desplazamientos a Mauritania y Argelia y una vez de regreso en Nueva York, sede del organismo internacional.

Basri, rodeado del general Abdelaziz Bennani, jefe de las tropas saharianas de Marruecos, y de Dris Slaui, embajador permarente de Rabat en las Naciones Unidas, reunió ayer a los periodistas para la lectura de un breve texto informativo sobre las actividades de la comisión. El encuentro duró 10 minutos y en él no se aportó nada nuevo, a excepción de un "agradecimiento" del propio ministro a la Prensa, ya fuera del contexto, por la forma en que fue recibida la noche interior un despacho de la agenda argelina APS en el que se presentaba la situación estos días en El Aaiún de "terrorífica y bajo presión policial".La APS informaba de "manifestaciones violentas" de la población saharahui autóctona contra Marruecos y de censuras severas a los periodistas internacionales, quienes, según la agenda argelina, habían sido previamente seleccionados según su afinidad al régimen marroquí. En medio de un intercambio de sonrisas, un alto funcionario marroquí manifestó a un grupo de informadores que con estos datos falsos el Polisario se estaba haciendo el harakiri.

[El Frente Polisario indicó ayer desde Argel que interrumpirá sus operaciones militares en el Sahara Occidental del 25 de noviembre al 15 de diciembre para garantizar la seguridad física de la misión de la ONU, informa Efe].

Las autoridades marroquíes están jugando en las últimas horas con inteligencia. Pocos minutos después de que la APS difundiera por sus teletipos el texto, este era repartido en su integridad entre los casi 80 periodistas de todo el mundo que se encuentran en El Aaiún, Marruecos dejó a la Prensa que reaccionara sola y a los pocos minutos el comunicado argelino era desterrado a la papelera o cuidadosamente guardado en los archivos personales de los informadores como la perla cultivada de la jornada, por otra parte absorbida por la más absoluta sequía informativa.

Este tipo de errores, con la Prensa internacional en las calles de El Aaiún, ciudad que aparece más tranquila y pacífica que nunca, pone al descubierto que el nerviosismo crece a medida que pasan los días en el otro lado de la frontera. Marruecos pasó este mismo sarampión el pasado sábado al comprobar in situ que la misión de la ONU viajaba al territorio rodeada de la improvisación. Ahora, entre los altos funcionarios marroquíes desplazados desde Rabat, reina la calma y una muy poco disimulada satisfacción por lo que está pasando.

En la nota informativa facilitada por encargo de la comisión lo único novedoso es que el equipo de trabajo militar ha viajado ya a los muros defensivos y a la provincia de Smara, una de las cuatro en las que se distribuye la ex colonia española.

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