Cada disputado dispondrá de despacho y garaje en el nuevo edificio de las Cortes
Cada uno de los 350 diputados del Congreso dispondrá, a partir de diciembre de 1990, de un despacho particular y de plaza de garaje, tras la ampliación del edificio de la Cámara, situado en la madrileña carrera de San Jerónimo, y cuyas obras comenzarán el próximo mes de marzo. En el nuevo edificio no se ha previsto espacio para vivienda del presidente del Congreso. Previamente a la reforma, que tiene un presupuesto de 2.500 millones de pesetas, han de ser demolidas seis fincas situadas entre dos calles colindantes.
Las fincas, situadas entre las calles de Floridablanca y Cedaceros, han sido adquiridas por 700 millones y serán sustituidas por un edificio en el que, a partir de diciembre de 1990, cada uno de los 350 diputados tendrá un despacho particular.El edificio del Congreso, inaugurado en. 1850 por la reina Isabel II y cuya capacidad fue incrementada hace unos años con un edificio anexo, sufrirá a partir de marzo una nueva e importante ampliación. El proyecto de ejecución, enviado al Ayuntamiento esta semana, supone la transformación del edificio anexo en otro mucho mayor que ocupará la manzana delimitada por las calles de Floridablanca, Zorrilla, Cedaceros y carrera de San Jerónimo.
La intención de los responsables de las obras es comenzar la demolición en marzo, poner la primera piedra en junio o julio y tener el edificio terminado el día de la Constitución de 1990.
El nuevo edificio, según explicó José Ramos, subdirector general de Coordinación de Edificaciones Administrativas, ocupará el espacio ocupado por el actual edificio anexo y seis fincas, con 12.000 metros cuadrados edificados, compradas en su totalidad tras dos años de negociaciones.
Un centenar de proyectos
"No se pensó en ningún momento en la expropiación, sino en la compra de las fincas. Se iniciaron las negociaciones con unas 60 personas físicas y jurídicas tras hacer un estudio de mercado que fijó el valor medio del metro cuadrado en 60.000 pesetas", dijo Ramos.
Al concurso de ideas se presentaron 300 arquitectos con 100 proyectos. De éstos se eligieron 10, que desarrollaron su trabajo. En noviembre de 1986, el jurado, en el que había representantes del Congreso, el Patrimonio, la Comunidad, el Ayuntamiento y Bellas Artes, eligió el proyecto presentado por María Rubert de Ventós -hermana del eurodiputado socialista Xavier Rubert de Ventés-, Josep Parcerisa y Oriol Clós.
El proyecto prevé un edificio con dos cuerpos distintos, uno bajo -similar en cuanto a tratamiento y materiales al principal- y uno alto en el que -domina el aluminio de color y el cristal. "Sabemos que puede provocar una polémica, a pesar de que la idea nace con el apoyo de todas las fuerzas políticas y de todos aquellos que tenían algo que decir sobre el tema. Además se ha tenido en cuenta el Plan General, por lo que no nos cabe duda que el informe municipal será favorable", dijo Ramos.
Los autores del proyecto y Antonio García Vereda, arquitecto conservador del Congreso, aseguraron que la parte superior del nuevo edificio -construido con aluminio y cristal y con un remate de piedra- no será visible desde la carrera de San Jerónimo ni desde Zorrilla, al haberse retranquedo sobre el cuerpo bajo. El alzado del edificio se verá totalmente desde la plaza de Canalejas y desde Neptuno, y según los arquitectos, "dará una imagen de lunimosidad".
Asimismo se dotará al nuevo edificio de un nuevo acceso en la calle de Cedaceros, dos sótanos -donde aparcarán 345 coches-, una gran sala de reuniones para 220 personas con luz cenital e instalaciones de tradución simultánea, dependencias para la policía, biblioteca y archivo, 350 despachos de 10 metros cuadrados cada uno para los diputados, siete salas de comisiones y cinco salas con capacidad para 70-80 personas. No está previsto ningún espacio como vivienda para el presidente del Congreso ni para un nuevo hemiciclo.
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