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Entrevista:

Azcona: "Aquí mando yo"

El presidente de Honduras, que ha aplazado su viaje a España, cree que "no hay peligro de golpe"

"La situación está perfectamente controlada y no hay ni ha habido peligro de golpe de Estado", declara el presidente de Honduras, José Azcona Hoyo, en una entrevista a EL PAÍS seis días después del ataque a la Embajada norteamericana en Tegucigalpa, en el que murieron al menos dos personas -la cifra de cinco muertos facilitada inicialmente nunca fue desmentida por el Gobierno hasta hace sólo dos días-, y horas más tarde del levantamiento del estado de emergencia.

El mandatario convoca a su despacho oficial al enviado de este diario para expresarle su disgusto por la información publicada sobre los motivos del aplazamiento de su visita a España. Con tono irritado, Azcona, de 61 años, ingeniero civil, miembro del Partido Liberal y presidente de la República desde hace dos años y casi tres meses, dice: "En primer lugar, aquí el Gobierno no está en caos, y yo soy de La Ceiba, en la costa norte de Honduras, y no de Noja". Sin embargo, no reniega de su origen español. Su familia es cántabra y él se marchó de España en 1949 para no volver. Con su traje azul y su pelo blanco transmite sinceridad cuando habla, si bien cuesta creer que este hombre tenga el mando absoluto de una nación donde la milicia tiene vocación histórica de protagonismo. "Quien manda aquí soy yo, y usted me ha hecho pasar por un pobre diablo", afirma en una introducción un punto tensa. Muchos de sus conciudadanos no piensan así y opinan que José Azcona Hoyo ignora, o más bien quiere ignorar, que en Honduras las Fuerzas Armadas son algo más que un cuerpo de defensa y que su voz tiene peso específico.

Pregunta. ¿Ha habido peligro de golpe de Estado?

Respuesta. Absolutamente ninguno. Los golpes los dan las Fuerzas Armadas, y en Honduras han estado en comunicación permanente con el presidente de la República y acatando sus órdenes.

P. ¿Por qué decretó el estado de emergencia?

R. Para evitar más violencia a raíz de lo sucedido el pasado día 7, cuando atacó la Embajada de Estados Unidos un grupo muy heterogéneo, porque aquí no vamos a culpar solamente a la gente de izquierda. Había también trabajadores de Juan Ramón Mata [el narcotraficante hondureño entregado a Estados Unidos], maleantes y subversivos. A raíz de los sucesos se decretó un estado de emergencia sumamente limitado, que no afectó a la libertad de expresión.

Conflicto superado

P. ¿Está ya superada la situación?

R. Totalmente.

P. Entonces, ¿a qué se debe la suspensión de su viaje a España?

R. A que no he querido caer en una irresponsabilidad. Perfectamente lo podía haber realizado, pero no quise que se me fuera a decir que el presidente, por ir a pasear a España, deja el país en una situación que no es completamente regular. Si el Gobierno español quiere extender la invitación para el otoño, con mucho gusto iré a España. Y si no puede programarla hasta el año que viene, también iré. Y si todo eso no es posible, iré con mi familia cuando deje la presidencia.

P. Hay quienes le critican por no haber comparecido ante su pueblo para explicar la crisis.

R. No he visto necesidad porque todo está explicado. El narcotraficante Mata está en Estados Unidos y no fue capturado por miembros de la DEA [la agencia contra la droga norteamericana]. Fue entregado en la República Dominicana y allí lo extradieron.

P. ¿Quién lo entregó?

R. Lo capturaron las autoridades hondureñas fuera de su casa. Lo que se ha hecho es expulsarlo del país. Hay quien dice que se ha violado la Constitución [la Carta Magna hondureña prohíbe la extradición de cualquier ciudadano del país], pero si se toma como un todo, la Constitución no ha sido violada porque el debe ir del Gobierno es velar por la seguridad y el bienestar de su pueblo, y eso no es posible si está manipulado por el narcotráfico internacional. Voy a tomar todas, las acciones necesarias para que eso no suceda, aunque al tomarlas haya peligro tanto para mí como para. mi familia.

P. Es decir, que ha habido un acuerdo entre los Gobiernos de Honduras y Estados Unidos para la expulsión de Mata.

R. No puedo decir que no, pero en el fondo todo fue para el beneficio de Honduras. Yo había sido informado de la operación por el Ejército desde diciembre pasado. Lo sorprendente es que haya habido gente que quiera revolver el país por este señor. Esto demuestra que hay muchos que han recibido beneficios y dinero de Mata.

P. ¿Podría desmentir que el narcotráfico se haya introducido también dentro de las Fuerzas Armadas?

R. No voy a negarle que pueda existir la posibilidad de que algún miembro del Ejército haya tenido alguna vinculación, pero sí le aseguro que a la cúpula militar no se le puede acusar en este sentido.

P. ¿Qué opina entonces de las acusaciones de funcionarios norteamericanos en Washington vinculando al jefe de las fuerzas de seguridad con Mata?

R. Oficialmente, Estados Unidos no ha dicho eso. Lo dicen agentes. Estados Unidos está molesto, y así lo ha hecho saber, de que no se dio la protección suficiente a la Embajada norteamericana con la rapidez necesaria. Pero, en una manifestación violenta, acudir inmediatamente a sofocarla habría provocado un número más elevado de muertos. Nadie puede acusar al Gobierno y a la policía de Honduras de represivos, porque los muertos los causaron gente de dentro de la manifestación.

Militares y narcotráfico

P. ¿Qué consecuencias tendrá para las relaciones bilaterales?

R. Por nuestra parte, no hay razón para que se rompan las buenas relaciones.

P. Pero, ¿por qué la gente dice que la cúpula militar está implicada en el narcotráfico?

R. Las Fuerzas Armadas lo han desmentido. Todo es una cuestión de procurar su división.

P. ¿Y cree que están unidas?

R. No hay ningún sitio en el mundo donde en un grupo no haya disparidad de opiniones, pero tanto como para irse a las armas, eso no ha sucedido nunca en Honduras ni va a suceder.

P. ¿Y los rumores de que en el fondo todo ha sido una lucha interna entre dos promociones militares?

R. Los sucesos degeneraron. El rector de la Universidad, un hombre de extrema derecha, llamó a los estudiantes de Derecho a manifestarse ante el Congreso Nacional para cuestionar el procedimiento [de la expulsión de Mata]. Se comportaron pacíficamente, pero gentes de izquierda se movilizaron hacia la Embajada de Estados Unidos, así como habitantes de los barrios populares, motivados por dinero de Mata, y empleados de las empresas de Mata.

P. Pero mucha gente se queja de que Honduras está excesivamente dominada por los norteamericanos.

R. Se ha manipulado eso. El pueblo hondureño no es antinorteamericano. En este momento se ha manipulado la situación por Mata, el narcotraficante, y elementos de izquierda.

P. ¿El Ejército domina al poder civil en Honduras?

R. No. Absolutamente no. En el Congreso, la comisión de cumplimiento constitucional acaba de citar ahora mismo al comandante de la policía para dar información sobre los sucesos.

P. Pero Honduras tiene un largo historial de golpes militares...

R. ¡Ah! Desde luego, como la ha tenido la misma América y como la ha tenido también su país. Quiero decirle que en Honduras no hay bases norteamericanas y que en España sí, aunque con eso no estoy criticando al Gobierno y al pueblo español.

P. Pero hay presencia masiva de tropas norteamericanas...

R. ¿Cuál presencia? Hay más presencia en España.

P. ¿Palmerola?

R. La base de Palmerola es una base hondureña, completamente hondureña. En cambio, Torrejón es una base norteamericana.

Pesimismo sobre Centroamérica

Pregunta. ¿Cómo ve el futuro de Centroamérica a la luz de lo que está sucediendo en Nicaragua con las negociaciones de paz entre sandinistas y contras?

Respuesta. Yo he perdido mucho el optimismo. Hicimos un gran esfuerzo con Esquipulas 2 y después en Costa Rica, pero me parece que ha sido poco productivo. La primera reunión de Sapoá me llenó de optimismo, pero lo que ha sucedido después en las declaraciones de portavoces sandinistas me ha preocupado extraordinariamente.

P. ¿Usted cree que el Gobierno nicaragüense tiene voluntad de democratizar el país?

R. Eso es lo que deberían hacer, como lo hacemos nosotros.

P. ¿Comparte las declaraciones del presidente costarricense, Óscar Arias, de que ni los sandinistas ni la contra podrían ganar unas elecciones libres ahora.

R. La extrema izquierda, representada por el sandinismo, no gana unas elecciones en ninguna parte.

P. ¿Y la contra?

R. Los contras podrían ser los dirigentes. Su historia no es de extrema derecha, porque la mayoría de ellos se opusieron a la dictadura de Somoza.

P. ¿Están dispuestos a que la ayuda norteamericana se canalice a través de Honduras?

R. Si podemos servir para resolver problemas, estamos dispuestos a hacerlo. Si los sandinistas lo consideran interferencia [con los acuerdos de Sapoá], que resuelvan su problema interno. Ya he dicho una y otra vez que la paz en Nicaragua pasa por Managua, y no por Tegucigalpa.

P. ¿Pero seguirá Honduras dando cobijo a la contra?

R. ¿Qué quiere, que permitamos el exterminio, el genocidio? Aquí no hay bases militares contras. En Honduras lo único que hay son algunas personas lisiadas de la contra. Nosotros hemos hecho un acto de humanidad.

P. ¿Cómo juzga usted la política centroamericana de Reagan?

R. Yo creo que su política ha sido muy consistente. En Nicaragua ocurrió, o se pretendió que sucediera, lo que ocurrió en Cuba, una revolución triunfante con el apoyo de todo el pueblo frente a un dictador y después un aprovechamiento del poder por un grupo con ideas totalitarias. Ante esa situación surgen las inquietudes y el presidente Reagan se opone a eso. Esto se lo he dicho al presidente Daniel Ortega. Que no sueñe que EE UU va a permitir en el corazón de América un enclave totalitario. Reagan ha sido muy claro en eso. Ha faltado, y en eso han sido cómplices, pero sí muy tibios, los países de Contadora y los países europeos democráticos por no haberles hablado con toda claridad a los sandinistas, como amigos, y pedirles que democraticen el país, porque si no no hay posibilidad de paz.

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