El nuevo secretario del episcopado afirma que los creyentes están discriminados en España
El recién elegido secretario de la Conferencia Episcopal, el obispo Agustín García Gasco, declaró ayer a Radio Nacional de España que en nuestro país, "quien no se declare increyente o no practicante no tiene un lugar en nuestra sociedad". El obispos afirma que hay "casos muy concretos" a este respecto.
"Esto es repetir lo de antaño", agregó. "En España, antes, el que no era camisa vieja o camisa azul no podía acceder a puestos relevantes y ahora el que no hace una confesión de una ideología determinada lo pasa mal, o desde luego no le va a resultar nada fácil acceder. A mí me recuerda", prosiguió García Gasco, "lo que hace unos años contemplaba en Cuba. El que se declara católico es un ciudadano de segunda o tercera categoría, y el estudiante que se declara católico, antes de ingresar en la universidad sólo tiene oportunidad de estudiar ciencias, pero no letras".
Para el secretario de los obispos, "esto pasa en España. Lo estamos viendo constantemente y se están dando casos en muchas personas en nuestro país. En medios de comunicación públicos, por ejemplo, algunas personas, por ser creyentes, se han visto en pasillos".
Según García Gasco, la explicación de esto es "nuestra falta de rodaje de lo que debe ser la auténtica democracia". Se trata, cree el secretario de la Conferencia Episcopal, de que "hay un intento, muchas veces, de no vivir la libertad en todos sus aspectos". "Son defectos de un proceso que hemos iniciado y que es normal que se den. Cuando se está aprendiendo es normal que se cometan errores", afirma.
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