Cabañeros, a ráfagas

En el ámbito político, el Gobierno regional que preside José Bono mantiene desde su constitución un enfrentamiento con el Ministerio de Defensa por la intención de este último de instalar en la finca Cabañeros (Ciudad Real) un polígono de tiro para el Ejército del Aire.

Desde 1983, el PSOE de Castilla-La Mancha y el propio Gobierno de la comunidad se han opuesto, en reiteradas manifestaciones públicas, a la ubicación del campo de tiro en esta finca, porque supondría el fin de un ecosistema que entre otras acoge a la única colonia de buitres negros que queda en Europa.

En junio de 1987, pocos días antes de las elecciones autonómicas, José Bono anunció el inicio de los trámites para declarar a Cabañeros parque natural, y según el propio presidente señaló en el último pleno de las Cortes regionales, celebrado el pasado 14 de abril, "Cabañeros será un parque natural incompatible con el campo de tiro, porque, a pesar de todo, desde el principio este Gobierno ha contado con la solidaridad del Gobierno central en este asunto".

José Rieta, vicepresidente del grupo parlamentario de Alianza Popular, afirma que la .situación no acaba de aclararse" ya que no se citan lugares alternativos para la ubicación del campo de tiro. Por el contrario, Francisco Ruiz Castillo, portavoz del CDS considera que el carácter de parque natural de Cabañeros es "irreversible .

El Alcázar no se entrega

El proyecto de convertir el Alcázar de Toledo en centro cultural ha sido otro conflicto político mantenido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Defensa. Las negociaciones para que Defensa cediera el edificio para fines culturales comenzaron en 1984. El 16 de septiembre de 1986, durante una visita realizada por el ministro Narcís Serra a Toledo, éste anuncíó la creación de un patronato, en el que iban a participar representantes de Defensa, el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades, para decidir la forma de transferencia y el uso concreto de las dependencias del Alcázar, además de acordarse el traslado inmediato de la biblioteca pública.La Consejería de Cultura concibió un plan de usos que incluía ya el traslado de la biblioteca pública -que cuenta con la colección Borbón-Lorenzana, integrada por 411 incunables y cerca de un millar de manuscritos de los siglos XI al XIV-, la creación de una Casa de la Cultura, un Museo del Libro, una fonoteca, un archivo gráfico y una hemeroteca así como la organización de exposiciones y espectáculos.

El pasado 21 de abril, el ministro de Defensa decidió, en un rápido cambio de opinión, que el Alcázar continuase como hasta ahora, albergando un Museo del Asedio muy poco visitado.