El Barcelona tiene tres ocasiones para ganar la Liga
, El Barcelona tiene tres oportunidades para revalidar su título de Liga. Sus cuatro victorias en una semana le han permitido pasar de estar casi eliminado a ser casi campeón. Durante muchos minutos del segundo partido de este play-off todo parecía seguir un desarrollo paralelo al primer enfrentamiento. El marcador, los emparejamientos y la forma de comportarse de los jugadores parecían una fotocopia. Pero, en un momento determinado, algo cambió. Los aleros del Barcelona sentenciaron.No es que Lolo Sáinz tenga que defenestrar a los suyos por sus marcajes a Epi y Sibilio, pero anoche Biriukov, sobre todo, no vio a Epi más que regresando triunfador a su pista. El paso a una defensa zonal sirvió para que los triples llovieran sobre la canasta madridista. El colofón lo puso Sibilio cuando el marcador se mostraba, como siempre, casi igualado (65-63). Fueron dos acciones rápidas, de pistolero del Oeste. Visto y no visto. Dos triples y la moral de los de Sáinz por el suelo.
Antes de llegar a ese instante decisivo, no parecía que este segundo capítulo de la final fuera a aportar nada nuevo y por eso el juego resultaba insulso. El Real Madrid demostraba más ayudas para frenar a Norris y más fuerza en su defensa buscando robar los balones que sirvieran para marcar diferencias. Pero éstas no pasaron de los ocho puntos. Fueron minutos en los que se desgastaron los pivots madridistas.
La labor de Norris había hecho daño en la línea fuerte del Madrid y el Barcelona podía disponer de segundos y terceros tiros en sus ataques al dominar el rebote ofensivo. Norris había contribuido a que, al final del primer período, Branson y los hermanos Martín sumaran ocho faltas. El Barcelona, con Costa espoleando la defensa y su paso a la zona y con Jiménez en el centro de la primera línea, logró adelantarse en la última acción de esta parte (44-43) con un lanzamiento de Norris que, a pesar de ser taponado, fue dado por válido. Las protestas por este jugada hicieron que el segundo tiempo se iniciara con dos tiros libres producto de una técnica indicada al Madrid camino de los vestuarios.
No menos extraña fue la primera jugada de la reanudación al señalarse falta a Norris en el saltó inicial. Por unos instantes los dos equipos se arroparon en la zona, pero entonces empezó el festival de Epi, coincidente con la cuarta falta de Fernando Martín. El Madrid sólo sumaba tiros libres y la dificultad de sus jugadores exteriores para lograr una canasta contrastaba con la facilidad de los aleros barcelonistas. El juego interior pasó a un segundo plano y por ello la lesión de Norris no fue decisiva. Norris no se resintió de su anterior lesión, pero padece un fuerte dolor en la parte posterior de la misma rodilla. Las próximas horas marcarán el pronóstico definitivo.
El juego era espeso, confuso y discontinuo. Los hombres se amontonaban en zonas concretas de la pista buscando el contacto continuo. El Madrid sacó la cabeza a flote un instante y se puso por delante (60-61). No era lógico que, sin el apoyo de sus pivots y con la falta de acierto de su juego exterior, ganara el partido y fue entonces cuando Sibilio puso las cosas en su sitio. Sus triples desatenazaron a sus compañeros, que durante los diez minutos finales jugaron como se les supone lo pueden hacer siempre. El espectáculo hizo vibrar al Palau Blaugrana. Ahora sólo falta saber si los madridistas son capaces de jugar sueltos algún partido de la final. Si continúan tan responsabilizados, será difícil que ganen los tres que restan.
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