Cineastas y socialistas europeos piden que se coordinen producción audiovisual y televisión

El ministro, de Cultura Jorge Semprún, afirmó ayer que la crisis de la industria cinematográfica en Europa y las soluciones que se le deben dar en un espacio audiovisual europeo forman de "un debate profúndamente ligado a toda la evolución cultural, y añadió que se debe "mantener lo que es el cine como liturgia más crítica social, y eso, sólo se mantiene con lo que son las salas de Dijo esto ayer en el coloquio Nueva persona para la cinematografía, organizado por la Unión de Partidos Socialistas de la Comunidad europea (UPSCE)

Tras señalar que en la actualidad la gente "ve más cine que nunca, lo que ocurre es que se ve en un soporte, un canal distinto al tradicional, lo ve en casa", el profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual de la universidad Autónoma de Barcelona Román Gubern afirmé, a modo de introducción al coloquio, que "el rito social de ver las películas conjuntamente en un espacio comunitario es un rito insustituible". El eurodiputado portugués Antonio Coimbra defendió la, a su juicio, necesaria integración del cine y la televisión, haciendo que esta última contribuya a determinar la producción cinematográfica.Más radical en sus afirmaciones y sus propuestas se mostró Fernando Méndez Leite, director general del Instituto de Cienematografía y Artes Audiovisuales del Ministerio de Cultura, cuando afirmó que existe"cierto divorcio entre los planteamientos creativos de nuestros autores y lo que el público demanda". El director general pidió que la política cinematográfica europea se diseñe dentro de un "criterio de política cultural global" y añadió que dicha política debe realizarse "sobre todo a través de las televisiones públicas", con las que debería estar coordinada la industria cinematográfica.

Para el cineasta Santiago Lapeira, que habló en representación de la Federación Europea de Realizadores Audiovisuales (FERA), ha habido, en el terreno cultural, "una expansión descoordinada de los recursos financieros y, en cuanto al cine europeo, una ausencia de modelos culturales a seguir o, cuanto menos,una clara indefinición de los mismos".

El portugués Joao Corriera, secretario general de la FERA, se mostró partidario de la libre circulación de las producciones audiovisuales y afirmó que "no basta con abolir las fronteras para que, como por milagro, las obras circulen". El realizador Jaime Camino se quejó de que cuando se habla de la producción audiovisual y las posibles soluciones a su crisis no se trate también sobre "la enseñanza del audiovisual en las escuelas", y que el acercamiento de los niños a la imagen se quede en "la idiotizante televisión". El también cineasta Jordi Grau se sumó a esta queja y añadió que cuando se trata de llevar el audiovisual a las escuelas "todo son dificultades e inmovilismo".