Hacienda estudia exenciones fiscales parapromover que las empresas coticen en bolsa
El Ministerio de Economía y Hacienda estudia la concesión de exenciones fiscales con objeto de promover la salida a bolsa de un importante número de tradicionales empresas industriales, según, anunció ayer el ministro Carlos Solchaga en la conferencia de clausura de la XII Reunión Costa Brava, organizada por el Círculo de Economía, y que congregó a varios centenares de empresarios, profesionales y representantes del mundo económico catalán. El ministro de Economía manifestó que no creía que la proliferación de desgravaciones fiscales significase un aumento de la Inversión y del ahorro, pero anunció que, como excepción, se estudia la bonificación fiscal en las actualizaciones de balance en el caso de las empresas que salieran a bolsa.
Las medidas que estudia Economía se dirigen a empresas tradicionales con extraordionarios recursos patrimoniales pero que no figuran en sus balances. Según el ministro se podría realizar una actualización de estos valores, sin gastos fiscales, lo que permitiría una notable multiplicación de sus recursos propios. Ello facilitaría recursos para emprender nuevas inversiones en la propia empresa o en otras actividades. Carlos Solchaga destacó la ventajas de acudir a Bolsa por el "efecto apalancamiento" lo que permitía una mayor captación de recursos, pero no admitió compartir la preocupación de muchos empresarios por la actuación de los raiders (tiburones) en la adquisición de empresas.Ante la solicitud que le hicieron algunos empresarios siguiendo la sugerencia lanzada el pasado viernes por el presidente de la Generalitat, Jordi Flujol-, de que los apoyos fiscales se extendieran a las inversiones españolas en el exterior, Solchaga anunció que en este campo "el mejor estímulo es la libertad y no el fiscal", sin descartar el mantenimiento de los apoyos que presta el Instituto de Comercio Exterior a las pequeñas y medianas empresas,especialmente en algún sector como el del vino y las editoriales.
El ministro decepcionó por la falta de precisión y concreción a determinadas preguntas muy precisas, como las formuladas por el catedrático de Economía y presidente del Banco de la Pequeña y Mediana Empresa, José Jané Solá, sobre los Fondos de Pensiones. Solchaga no quiso concretar siquiera la situación de los depósitos puente hasta que se aplique la nueva legislación.
En representación de los empresarios textiles, el industrial Tomás Batlló manifestó su preocupación por el reciente acuerdo de liberalización con Portugal y pidió al ministro medidas legales para afrontar el carácter cada vez más cíclico de la actividad del sector. El titular de Economía se mostró de acuerdo con el planteamiento general pero advirtió que este tipo de propuestas debían pactarse primero con los sindicatos. En relación con el comercio con Portugal, manifestó con sarcasmo que si "las empresas textiles catalanas tienen miedo por un aumento de las importaciones portuguesas del 0,25% al 1 % ya pueden ir cerrando las puertas".
El ministro se refirió también a la necesidad de replanter la distribución de los excedentes empresariales. Manifestó su convicción de que "no existe ninguna simetría entre la moderación de los salarios y la moderación de los beneficios". Pero dijo que le parecería muy positivo que empresas y trabajadores acórdasen canalizar una parte de los beneficios a Fondos de Inversión.
Solchaga insistió en que no existe ninguna discrepancia de fondo entre el Ministerio de Economía y el Banco de Espafta sobre la destino del gasto público, y manifestó su confianza de que todavía se puede cumplir la previsión de inflación del 3% para 1989, si colaboraban los interlocutores sociales. Afirmó que la situación está controlada y se puede reconducir.
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