La jerarquía conservadora logra la destitución de la dirección de 'Misión Abierta'

Los claretianos Secundino Movilla y Rufino Velasco han sido destituidos a principios de este mes de la dirección de la revista Misión Abierta, que se edita bimensualmente en Madrid y se caracteriza por su talante conciliar y próximo a la teología de la liberación. Movina y Velasco, formaban parte del equipo directivo junto a Benjamín Forcano, que cesó a petición de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Las destituciones obedecen a protestas de obispos españoles, que han encontrado eco en Roma.

Los ceses de Movilla y Velasco irán acompañados de un cambio de línea de este publicación, que preocupa a un sector del episcopado español. Ya en abril de 1987 el Gobierno General claretiano recibió una interpelación de las congregaciones romanas para la Doctrina de la Fe y para los Religiosos que se fundamentaba en las protestas realizadas con motivo de la visita ad limina de los obispos españoles a Roma.Algunos prelados expresaron entonces su temor por "la visión negativa que ofrece con frecuencia la publicación sobre la Iglesia; la actitud antiinstitucional, que deriva en una propuesta de iglesia popular, y el tono de su crítica a la jerarquía, contrario al espíritu y exigencias de la comunión eclesial"

En julio del pasado año, el presidente de los obispos españoles, Ángel Suquía, entregó al superior provincial de los claretianos un informe considerado materia reservada, en el que se plasmaban las quejas. Pedro Casaldáliga, obispo de Sáo Félix (Brasil) y claretiano, calificó algunas de las afirmaciones que contenía el texto de "inaceptables y calumniosas".

El proceso seguía adelante y, en noviembre de 1987, el superior general de los claretianos recibió un oficio de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el que se le invitaba a un encuentro con representantes de ese dicasterio romano. En esa sesión se decidió que Benjamín Forcano fuera "alejado de la dirección de la revista" debido a los problemas surgidos con su libro Nueva etica sexual, que el cardenal Ratzinger consideró poco ortodoxo.

El prefecto del Ex Santo Oficio también insistió en que se produjera un cambio en la línea de la publicación. La congregación claretiana fue urgida desde Roma a que estableciera censura previa. Los dos primeros números correspondientes a 1988 salieron sin mayores problemas. No así el tercero.

Ante esta situación, el equipo convocó una reunión del comité de redacción el pasado 5 de noviembre. La víspera de ese día la congregación de los claretianos notificó las destituciones de Movilla y Velasco como directores.

Misión Abierta ha publicado más de medio centenar de números monográficos. Entre sus colaboradores figuran teólogos y algunos obispos españoles.