El 'bunker' de la RDA y sus razones

El carácter específico nacional del sistema socialista de Alemania Oriental está en su alto grado de desarrollo económico y social, en su carácter antifascista, que no admite relativización de la ideología nazi y en su posición geoestratégica en la frontera entre los bloques donde la lucha ideológica tiene una especial virulencia.Estos son los tres pilares que caracterizan la diferencia entre la República Democrática Alemana (RDA) y otros países socialistas, entre ellos, la URSS, según uno de los máximos ideólogos del régimen, Otto Reinhold. El discurso de Reinhold ante el reciente pleno del Comité Central del Partido Comunista de la RDA, publicado íntegro en el órgano oficial del partido, Neues Deutschland, es una amplia exposición de los argumentos del régimen de Berlín Este para rechazar y reprimir fenómenos de liberalización política que se están abriendo camino en otros países de su alianza.

En algunas naciones socialistas hay una tendencia a ignorar las diferencias fundamentales entre la democracia burguesa y la socialista, según Reinhold, quien aseguró que no hay razón alguna para abandonar la tesis de que "el Estado burgués es la dictadura del capital monopolista".

Por su grado superior de desarrollo económico y social, la RDA no necesita una perestroika que ya acometió con éxito el VIII Congreso en 1971, es decir, cuando llegó al poder el jefe del Estado y del partido comunista, Erich Honecker.

Según Reinhold, el llamado socialismo de mercado socava los principios del sistema, cuya base son "el papel dirigente del partido marxista-leninista, la propiedad social de los medios de producción principales, la planificación y el papel decisivo de la ideología socialista".

Por su carácter antifascista beligerante, señala Reinhold, la RDA no tolera análisis de la historia que busquen nexos causales entre Stalin y Hitler, como hacen algunos historiadores soviéticos.

Por su posición de vanguardia militar e ideológica frente "al enemigo de clase" y al "revanchismo de la RFA", añade, tiene que "enfrentarse de forma ofensiva a la ideología burguesa" en una "lucha especialmente dura". Forma parte de esta lucha la represión de todos aquellos grupos que quieren socavar el socialismo.

Advertencia de Honecker

Honeeker ya había dejado claro que el régimen que preside no tiene intención de aplicar una política de liberalización y apertura similar a la de Mijail Gorbachov en la URSS. La última vez lo hizo al abrir el citado pleno del Comité Central celebrado en Berlín Este la pasada semana, en el que tachó nada menos que de "graznidos" los intentos de los intelectuales soviéticos de revisar críticamente la historia oficial del estalinismo. Honecker defendió las conquistas de la URSS bajo Stalin, entre ellas, la colectivización agraria, en la que murieron millones de campesinos y que ha sido calificada últimamente por historiadores soviéticos como uno de los grandes crímenes del dictador soviético.

Días más tarde, varios ideólogos del partido, encabezados por Reinhold, rector de la Academia de Ciencias Sociales de la RDA, se han lanzado a una dura defensa de los pilares ideológicos, según ellos inamovibles, del sistema socialista en Alemania Oriental. La defensa del inmovilismo va acompañada de los ataques más virulentos lanzados en los últimos años por Berlín Este contra la RFA y de un insoslayable rechazo a la política de Mijail Gorbachov.

La cúpula dirigente de la RDA está en plena ofensiva de autojustificación ante su propia población.

Reinhold condena las publicaciones antiestalinistas en la URSS, en las que se habla del pacto entre Stalin y Hitler y de los dos años, entre 1939 y 1941, en que, como consecuencia de este pacto, los comunistas alemanes congelaron su movilización antifascista para centrar todos sus ataques sobre el socialismo democrático del SPD.

" La RDA es un resultado de la lucha antifascista de la URSS y sus aliados. Muchos funcionarios de nuestro partido participaron en esta lucha. Por eso no permitiremos que los crímenes del fascismo alemán sean relativizados o disculpados", señaló Reinhold, en clara referencia a la revista soviética Sputnik, que se preguntaba "si hubiera existido Hitler sin la ayuda de Stalin".