El GATT, al borde del fracaso, suspende la discusión sobre subvenciones agrarias un día antes de clausurar la 'cumbre'

El presidente de la ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), Ricardo Zerbino, dio por terminadas ayer las deliberaciones del comité de política agraria dentro del cual se dirimían las diferencias entre Estados Unidos y la Comunidad Europea (CE), admitiendo la imposibilidad de desbloquear las posiciones enfrentadas. La decisión equivale a considerar fracasada la cumbre de Montreal, cuyo epicentro eran las posiciones encontradas entre EEUU, que exigía un desmantelamiento de las subvenciones agrarias, y la CE, que proponía mantener esas ayudas al nivel de 1984. Un tercer grupo de presión, el Cairns, que agrupa a 13 naciones exportadoras, solicitó una reducción del 10% en los subsidios en 1989 y 1990.

Ricardo Zerbino, ministro uruguayo de Finanzas, había efectuado un llamamiento el pasado martes a los asistentes a la cumbre del GATT para que los delegados depusieran los reiterados obstáculos a un progreso, señalando que, de lo contrario, la conferencia podía quedar enfrentada a un fracaso. Es la primera vez, en sus 40 años de existencia, que este organismo intenta identificar y desmantelar las barreras que impiden a las empresas establecer sus servicios en otros países, desde la industria del seguro a la peluquería.Ayer, un portavoz del comisario comunitario para la agricultura, Frans Andriessen, dijo que la reunión del comité agrario se había suspendido tras dos horas de sesión debido a su bloqueo y que no estaban previstas nuevas reuniones hasta el cierre de la conferencia, prevista para hoy.

Una fuente de la conferencia señaló a la agencia Reuter que Zerbino estaba dispuesto a convocar a un reducido grupo de los más altos funcionarios para considerar la cuestión agrícola y los otros 14 ternas de la agenda del GATT, aunque sin fijar fecha.

Delegados a la conferencia afirmaron, por su parte, que el presidente de las negociaciones les había comunicado que consideraba bloqueadas las posiciones y que estaba disponible para cualquier consulta, pero que no fijaría más reuniones.

Los observadores de la conferencia estiman que el ministro uruguayo consideró imposible cualquier progreso al nivel de representación que existió durante tres días de debates, y aspira a encontrar mejor disposición con representantes de rango superior.

Estados Unidos condicionó, el pasado lunes, su firma a un acuerdo reduciendo los aranceles de importación a productos tropicales, que beneficia a las naciones en desarrollo, a que se alcanzara un acuerdo global sobre la protección a la producción agraria.

Los otros temas a debate, esencialmente la libertad en el comercio de los servicios y la propiedad intelectual, más los acuerdos bilaterales y aranceles en el comercio del textil y fibras, aceros y otros productos industriales que enfrentan al mundo, quedaron, de esta forma, subordinados a la ausencia de progreso en el candente tema agrícola.

En la raíz del enfrentamiento entre Estados Unidos y la CE está presente el peso político de los productores agrarios en el Viejo Continente.

El negociador estadounidense, Clayton Yeutter, representante del Departamento de Comercio, quien estará ausente de la Administración Bush, amenazó en vísperas de iniciarse la cumbre el domingo pasado con una retirada del GATT por parte de su país si no se progresaba en la aceptación de su postura.

Con la firma de un trato más benigno a los productos tropicales, la CE pretendía lograr un aislamiento de las posiciones estadounidenses, pero este aislamiento no ha afectado a la firmeza de Yeutter.

Por añadidura, delegados de la representación estadounidense señalaron que el clima de ruptura se verá reflejado en la legislación agraria anual estadounidense que deberá encarar la administración de George Bush. Si la amenaza se concreta, el Congreso norteamericano apelará a un fuerte incremento de los subsidios agrarios, ya altos, para apoyar a sus productores en la guerra comercial con Europa, amén de castigar la entrada de productos industriales europeos al país.