Un intermediario en el secuestro de Revilla afirma que cobró un millón

Francisco Elosúa, abogado vasco que participó presuntamente en la primera fase de las negociaciones del rescate del industrial soriano Emiliano Revilla, afirmó la pasada semana ante el juez que percibió un millón de pesetas como honorarios por un dictamen jurídico que elaboró sobre las consecuencias de tipo penal que podrían derivarse de actuar como intermediario en un secuestro. Elosúa, que es la décima persona que declara en el sumario como presunto implicado, negó cualquier otro tipo de intervención con la operación que concluyó con la libertad del industrial.

También ha vuelto a declarar en la causa, abierta por delito de colaboración con banda armada, Patxi Arratíbel, que ha sido acusado en varios medios informativos de haber cobrado 100 millones de pesetas por sus gestiones de mediación. Arratíbel, según fuentes jurídicas que conocen el caso, ha ratificado sus manifestaciones anteriores en el sentido de que no ha participado en las negociaciones y que por tanto tampoco ha cobrado una sola peseta de la familia Revilla.

El abogado Rafael Vázquez Padura, que actuó de portavoz de la familia durante el secuestro del industrial, también está previsto que comparezca a declarar.

Garantías

El juez Carlos Bueren ha leído sus derechos a todas las personas que han declarado en el caso hasta el momento: Antonio y Margarita Revilla, hijos del secuestrado, y los intermediarios Iñaki Aseguinolaza, Txomin y Vicente Estrada, Rafael Aguirre, Patxi Arratíbel, Miguel Gil y Francisco Elosúa. La razón de esta medida radica en dar mayores garantías, como el declarar con abogado, por si alguno de ellos es posteriormente procesado como colaborador de la organización terrorista ETA.Fuentes jurídicas han precisado que el único de los intermediarios que ha facilitado datosdestinados a esclarecer lo ocurrido es Miguel Gil, el sordo, ex inspector de la delegación de Hacienda de Soria, cuyo enfrentamiento con la familia Revilla y los intermediarios que gozan del favor de Emiliano (los hermanos Estrada, Aguirre y Aseguinolaza) se ha recrudecido en los últimos tiempos, especialmente después de que Txomin Estrada y Aseguinolaza discutieran con Gil en la antesala del juzgado cuando todos ellos esperaban a declarar ante el juez.

Mientras los Estrada, Aguirre y Aseguinolaza se respaldan entre ellos en sus declaraciones ante el juez, Gil, que se ha sentido utilizado como "señuelo" por los Revilla, ha contado al juez todos los datos de que disponía. Entre ellos señalaba que otro intermediario, Eduardo Berdoso le había asegurado que Aseguinolaza y los Estrada se habían quedado con 25 millones procedentes del primer pago del rescate.