Casaroli ordena obispo al español Faustino Sainz, nombrado pronuncio en Cuba
El secretario de Estado del Vaticano, Agostino Casaroli, presidió ayer en Madrid la ceremonia de ordenación episcopal del español Faustino Sainz Muñoz, nuevo pronuncio en Cuba. Aunque éste ha sido el motivo central de la visita de Casaroli a España, el secretario ole Estado se entrevistó ayer por la mañana con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, con quien trató temas relativos a las relaciones entre el Vaticano y España, calificadas por ambas partes de correctas. A la misa de consagración, ya por la tarde, asistió una veintena de obispos.
Poco después de las cinco de la tarde hicieron su entrada en la parroquia de Santa María del Pilar, de Madrid, 21 obispos y dos cardenales. El templo estaba repleto de público, y en las primeras filas se encontraba Marcelino Oreja, secretario general del Consejo de Europa; Jesús Ezquerra, embajador de España ante la Santa Sede, y Ricardo Zalacaín, director general de Asuntos Religiosos. También asistió desde la segunda fila el dirigente demócratacristiano Javier Rupérez, amigo personal del nuevo obispo.La misa tuvo como consagrante principal al cardenal Casaroli, asistido por el cardenal Ángel Suquía, presidente de la Conferencia Episcopal Española, y el obispo jubilado Maximono Romero de Lema, el hombre que aconsejó hace años al nuevo pronunció en Cuba irse a Roma para estudiar en la Escuela de Diplomáticos de la Santa Sede.
De ahí arrancó la carrera diplomática de Faustino Sainz, quien manifestó a EL PAÍS: "Veía como posibilidad que me nombraran nuncio después de los años que llevaba en el Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia", el equivalente a un ministerio de Asuntos Exteriores. El obispo dijo que había querido ordenarse en Madrid, "en gran parte por los nueve hermanos que tengo, por los amigos y porque he querido vivirlo en mi diócesis y no en Roma", a pesar de que allí hubiera sido consagrado por el Papa.
Faustino Sainz no quiso hacer declaraciones a este diario sobre la misión que desarrollará en Cuba, a la que sí se refirió, aunque de manera genérica, el cardenal Casaroli, quien en la mañana de ayer mostró su confianza en la capacidad personal de Sainz Muñoz para conseguir un acercamiento entre el Vaticano y Cuba. En la actualidad el poder civil de ese país ha iniciado un diálogo con la Iglesia, que ha propiciado un cierto clima de deshielo.
Dos obispos cubanos estuvieron ayer presentes en la parroquia del Pilar, de los marianistas -congregación con la que el nuevo obispo, Faustino Sainz, estudió en Ciudad Real y Madrid-, donde se celebró la ceremonia. Con el canto de entrada, Álzate y resplandece porque viene tu luz, se inició la misa, que alcanzó uno de los momentos de mayor emotividad tras la consagración, con la aplausos del público. El interés de la ceremonia se centraba en buena medida en la homilía que pronunció el cardenal Casaroli. El secretario de Estado vaticano recordó que "en el terreno fértil y generoso del cristianismo español" hundió sus raíces la Iglesia cubana, en la actualidad "debilitada por diversas razones históricas, antiguas y recientes, pero rica en voluntad de vivir y servir".
Casaroli quiso destacar el papel de las nunciaturas "a pesar de la comunicación directa entre la cabeza y miembros de la Iglesia, no es bastante para asegurar un diálogo que debe llegar hasta el fondo de la Iglesia en las diversas partes del mundo". "Esto no quita nada", según el cardenal romano, "al ejercicio de autoridad y responsabilidad que por derecho dívino corresponde a los obispos y a las conferencias episcopales".
El secretario de Estado vaticano desgranó los 18 folios de su homilía ante un templo abarrotado, tras lo cual cada uno de los veinte obispos asistentes procedieron a realizar la imposición de manos sobre el recién elevado al episcopado. La ordenación ha sido, de acuerdo con medios eclesiásticos, el motivo central de la visita de Casaroli a España, un país con el que la Santa sede ha completado prácticamente la aplicación de los acuerdos bilaterales, salvo algunos pequeños flecos, a los que el diplomático vaticano se referió ayer por mañana en la entrevista que mantuvo con el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.
En esta reunión se habló también de la visita que el Papa realizará a España en el mes de agosto del próximo año y de las relaciones Este-Oeste. Tras el encuentro, el cardenal declaró a la cadena COPE que existe un espíritu de diálogo entre la Iglesia y la Administración, y destacó que el simple hecho de discutir es ya algo positivo.
Casaroli acudirá hoy al palacio de la Moncloa para conversar con el presidente del Gobierno, Felipe González, y posteriormente se trasladará a la Zarzuela, donde almorzará en privado con los Reyes de España. Por la noche habrá una cena en Nunciatura Apostólica a la que asistirán los ministros de Educación y Sanidad.
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