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Rakowski defiende ante los comunistas polacos la legalización de Solidaridad

El primer ministro polaco, Mieczyslaw Rakowski, defendió ayer, en el transcurso del segundo día de debates del pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), la necesidad de legalizar el sindicato Solidaridad, prohibido desde 1982, sin precisar la fecha y bajo determinadas condiciones. El tema suscitó una profunda división entre los asambleístas, con especial rechazo de las bases a cualquier concesión al sindicato independiente.

Rakowski afirmó que él era partidario de legalizar el sindicato en el futuro, sin precisar fecha, y siempre y cuando la organización trabaje conjuntamente con el POUP y sus dirigentes garanticen que no "habrá anarquía en el país antes del proceso gradual de legalización".El Comité Central del POUP reanudó ayer, por segundo día consecutivo, sus debates sobre los problemas más candentes de la situación política. Por la noche se esperaba la aprobación de los documentos con la posición del partido ante la apertura del diálogo con la oposición y la legalización del sindicato Solidaridad, prohibido en 1982, sin que el proyecto de la respectiva resolución propuesto por el buró político obtuviera un respaldo mayoritario de quienes polemizaron. Las bases del POUP, contrarias a cualquier compromiso, provocaron que la reunión se alargase sin resolución alguna a la hora de cerrar esta edición.

Otros temas que aborda la sesión plenaria del POUP son la reforma democrática dentro del partido, el lugar que éste debe ocupar en la sociedad y su postura ante la religión y la Iglesia.

El segundo día de los debates en esta segunda fase del pleno quedó dominado por la intervención del primer ministro, Mieczyslaw Rakowski. En la anterior parte del pleno, celebrada en los días 20 y 21 de diciembre, Rakowski no dudó en elogiar la ponderación del líder de Solidaridad, Lech Walesa, y exhortó a los compañeros del comité central a tomar en cuenta la nueva situación política de Polonia, surgida después de las huelgas del pasado año, y el incremento de la popularidad de Lech Walesa y del sindicato Solidaridad en general.

En su intervención de ayer, Rakowski volvió a pedir al comité central que adopte una postura concreta ante la oposición constructiva y Solidaridad.

"De momento, he oído más bien poco sobre este tenia", se quejó Rakowski, quien advirtió que el proceso del entendimiento nacional era indispensable para la implantación de las radicales reformas económicas sin las cuales sólo quedará aplazada la crisis. "Quien dificulta el entendimiento asume la responsabilidad histórica por los dramas que todavía pueden tener lugar en nuestra patria", advirtió al Comité Central del POUP el primer ministro.

Parte del sistema

En este contexto, Rakowski aludió al proyecto de documento del comité central en el que se presentaba "una posición positiva ante el pluralismo sindical y que de hecho abría el proceso de creación paulatina de esta organización [Solidaridad] que hasta el día de hoy funciona en la clandestinidad".El primer ministro puntualizó que se trataría de la creación y no una copia de la Solidaridad de los años 1980-1981, y que antes del comienzo del proceso que culminaría con la legalización del sindicato, éste debería demostrar su deseo de pasar a ser parte integrante del sistema socialista, definirse como sindicato y no como movimiento social o partido político.

Rakowski añadió que el proyecto de resolución del Comité Central del POUP preveía un plazo de dos años como período de prueba en que Solidaridad pudiera demostrar su disposición a la colaboración.

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