El líder de la OLP abre despacho político en el Ritz
El máximo dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafát, recibió ayer en sus habitaciones del hotel Ritz, en el que se hospedó durante su estancia de dos días en Madrid, a representantes de diversos partidos políticos. Pero la gran alegría y satisfacción para la delegación palestina fue el acto de homenaje organizado por la noche por la Unión General de Trabajadores (UGT), que la OLP considera que "pone fin a un prolongado y absurdo vacío" de relaciones entre ambas organizaciones. Arafat recibió el Premio por la Paz de la central sindical.
El apretado programa desarrollado por Arafat durante su visita a Madrid obligó a que las entrevistas que mantuvo con los políticos españoles no se prolongaran cada una más de 20 minutos. El vaivén comenzó a primeras horas de la tarde, tras el almuerzo ofrecido a la delegación palestina en el palacio de Viana por el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.Los primeros en subir las escaleras del lujoso hotel donde se aloja Arafat en dirección a las habitaciones que ocupa la delegación palestina fueron los dirígentes socialistas Txiki Benegas y Elena Flores, secretario de organización y responsable de relaciones exteriores del PSOE, respectivamente. "No siempre se puede actuar en política como uno desearía", dijo Benegas, al apoyar la postura del Gobierno de no reconocer todavíaal Estado palestino.
La emoción dominó el encuentro entre Arafat y Adolfo Suárez. Ambos rememoraron los tiempos pasados, especialmente su primera entrevista en 1979, cuando el duque de Suárez era jefe del Gobierno. El duque le expresó a Arafat su satisfacción por el hecho de que los recientes acontecimientos hayan venido a respaldar, al cabo del, tiempo, aquel gesto que le "costó graves y duras críticas". El líder del CDS coincíde con el Gobierno socialista en que será más oportuno y útil para la causa palestina que España promueva dentro de la CE un consenso para el reconocimiento del recién proclamado Estado (le Palestina. Arafat tuvo con el duque un gesto caluroso y excepcional al acompañarle personalmente hasta el ascensor.
El dirigente de EE, José María Bandrés, acudió a su cita con una invitación para Arafat para que asista en Vitoria en agosto a un congreso por la paz. Bandrés, que el próximo día 1 emprenderá una nueva visita a los territorios ocupados por Israel, como miembro de una comisión internacional de juristas, subrayó ante los periodistas su deseo de que España "reconozca cuanto antes al Estado palestino, incluso antes de esta medianoche".
El PCE pide el reconocimiento
Compartió esta postura el secretario general del PCE, Julio Anguita. Un portavoz de dicho grupo comentó, poco antes del encuentro entre Arafat y el líder comunista, que "la situación de España como presidente de la CE no tiene por qué interferir en su reconocimiento del Estado palestino, sobre todo teniendo en cuenta que la OLP necesita un gesto por parte de cualquiera de los países comunitarios en este sentido'.
Por parte del Partido Popular (PP) se presentó su responsable de relaciones políticas, Luis Guillermo Perinat. Su presidente, Manuel Fraga, no asistió, según fuentes del partido, por no poder eludir un compromiso con simpatizantes, así como una conferencia de prensa, en Albacete, "contraído desde mucho antes".
También estuvo ausente el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Javier Rupérez. "Me hubiese encantado poder hablar con él", dijo Rupérez a este periódico al explicar que se lo había impedido la atención que en estos momentos debe a las "cuestiones internas" de su grupo.
En el maratón de encuentros celebrados celebrados por Arafat (que también se encontró con miembros de la comunidad palestina en España), los responsables de la OLP destacaron el acto de homenaje organizado por la UGT en el Ritz, al que asistió su secretario general, Nicolás Redondo. El hecho de que no sólo se propiciara un encuentro, sino que además UGT le pusiera como broche la entrega de un premio "por su acción en favor de la paz", que quedará institucionalizado a partir de ahora, selló, según los miembros de la delegación palestina, el fin de un largo período en el que los contactos entre las dos organizaciones fueron inexistentes. Un período, según los palestinos, absurdamente largo, de lo que ellos culpan a las "interferencias" creadas por las fuertes relaciones entre la organización sindical española y la central sindical israelí.
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