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Angustia y esperanza

Las primeras noticias sobre el agotamiento de la mina de Cardona son de 1984, pero la población nunca creyó que la mina se pudiera morir. Aún hoy, a través de la angustia por el futuro inmediato, se adivina la esperanza de que una nueva explotación, llamada Salinas Victoria, salvará la situación en el último minuto.

Joaquín Galera, miembro del comité de empresa de la mina y afiliado a CC OO, lo ve así: "La investigación para llegar a Salinas Victoria cuesta 4.000 millones de pesetas. Y Ercros, que ha estado ganando dinero a manos llenas, quiere que eso lo pague el Gobierno. Estamos a favor de que el Estado invierta cuando es socialmente rentable, pero da un poco de vergüenza pedir dinero cuando acaba de dar a la empresa un montón en exenciones fiscales por la fusión de Cros y ERT".

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Para Javier Vega de Seoane, presidente de Ercros, las cosas son algo distintas: "Nos hemos comprometido a realizar una investigación y la estamos haciendo. El problema es que, el camino hacia Salinas Victoria parte de la mina agotada y hay que mantenerla en funcionamiento sin que haya apenas extracción de mineral. Los costes son muy altos. Creemos en Salinas Victoria y no abandonaremos mientras creamos que puede ser explotada, pero si en algún momento se demuestra que la explotación no es viable, habrá que abandonar". Para Vega de Seoane, la información definitiva se podría tener en junio.

Un diapiro

Los miembros del comité de empresa afirman: "Ercros dice que este año no puede perder, entre la explotación de Sallent y la de Cardona, más de 150 millones de pesetas. Eso significa que tenemos que sacar de la mina 120.000 toneladas de potasa mientras excavamos en dirección hacia Salinas Victoria. Y no salen". Creen que "ésta es una forma de contar anómala. Lo normal es contabilizar la investigación como una inversión a largo plazo".El yacimiento de Salinas Victoria es muy distinto al que ahora se acaba. La mina de Cardona ha sido una explotación vertical, un gran pozo de 1.300 metros, del que iba saliendo el mineral, lo que en el lenguaje minero se llama un diapiro. Salinas Victoria parece ser una veta horizontal, situada a unos 1.300 metros de profundidad. Parece ser, por las investigaciones hechas hasta ahora, pero no es seguro. Lo cierto es que la galería que se está excavando desde Cardona a Salinas Victoria no encuentra una veta horizontal, sino ondulada como consecuencia de plegamientos geológicos. Si el subsuelo de Salinas Victoria -para llegar hasta el cual hace falta aún excavar 1.800 metros en línea recta y a 1.300 metros de profundidad- fuera también ondulado, la explotación resultaría escasamente rentable.

"No estamos dispuestos a que la mina se cierre sin la garantía de que la explotación no es rentable", asegura el alcalde. "Cerrar sería una irresponsabilidad social", afirma Galera. "No cerraremos hasta agotar las investigaciones", afirma Vega de Seoane. Todos lo creen y todos dudan.

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