Vanessa la excéntrica
Como se sabe, el cine británico tuvo, hará cosa de veinte años y pico, casi 30, un soplo de vitalidad etiquetada para la posteridad como free cinema; uno de sus más conspicuos oficiantes fue Karel Reisz, cuya filmografia, no obstante, de títulos escasos en proporción a los años que la ocupan, ha corrido un zigzagueante itinerario, duramente castigado por los puros, que rociados con el perfume de Sábado noche, domingo mañana o Morgan, un caso clínico, denostarían su incursión en el cine yanqui (las, pese a todo, estimables Nieve que quema y El jugador), su desmesuradamente romática La mujer del teniente francés, etcétera. Bien es cierto que ya había dado Reisz aviso en 1968 de su nada rectilíneo proceder con Isadora, biografía de la Duncan, la célebre bailarina inconformista, excéntrica e incomprendida, precisamente los mismos adjetivos aplicables a la película, una película que tras su baño en oro de academicismo esconde astillas incómodas y reflexiones subversivas, por algo aceptó interpretar su papel principal Vanessa Redgrave, a todas luces sensacional.Obra, por contra, mucho más obediente a sus postulados genéricos previos es Sangre en la luna, que es un westem sano, sin segundas ni terceras -tampoco es de primera, ojo-, que vale lo que sus protagonistas, con un Mitchum clasicote y regio al frente. Está firmado por Robert Wise y tiene entre sus intérpretes, a Bárbara Bel Geddes, Walter Brennan y Robert Preston. La historia es sencillota: el propietario de un rancho, situado en una región que sufre el bandidaje de un grupo de pistoleros, conoce a una hermosa joven que se interpone entre los bandidos y el ranchero.
Isadora se emite a las 2
00; Sangre en la luna a las 6.30. Las dos, por T
VE-1.
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