Seis meses sin dormir por una primicia
EL PAÍS, Cuatro meses de prácticas en la sección de sucesos de la agencia Efe, y después a la calle. Pero la experiencia fue decisiva para María José Sáez. "Me di cuenta que en periodismo es muy difícil destacar. Siempre están los mismos. Así que me dije: tengo que sacar una noticia bomba". Para ella, la única manera de conseguir esa bomba -la primicia, en periodismo- era repetir lo que había hecho durante sus cuatro meses de prácticas en la agencia: apostarse frente a la casa de Emiliano Revilla y esperar su liberación.
Acudió allí durante dos meses más. No faltó un solo día. "Iba por mi cuenta", dice María José entusiasmada pocas horas después de saber que le habían otorgado el Premio Ortega y Gasset.
"Alrededor de las doce de la noche me acercaba hasta la plaza de Cristo Rey en Madrid y aparcaba el coche sobre la acera, frente al domicilio de Revilla. Claro que me aburría", dice al evocar las 180 noches en vela, "unas veces me acompañaban amigos, otras charlaba con la familia de Revilla o escuchaba la radio".
La noche en que ETA liberó a Revilla, María José escuchó el informativo de las dos de la mañana. Nada nuevo sobre el caso. "Al acabar el boletín desconecté la radio y eché una mirada despistada al exterior. Me fijé en un señor. Esperé a que cruzara la calle. El corazón se me salía. Se acercó al portal. En ese momento salí del coche y le pregunté si era familiar de Revilla, que si era Emiliano de verdad. Me abrazó y salí corriendo para comunicar la noticia a la agencia". Eran las 2.30 de la madrugada del 23 de octubre. Dos horas después, la agencia Efe divulgaba la noticia, su primicia.
Gracias a ella y a la popularidad que le proporcionó, a María José le hicieron varias ofertas de trabajo, pero de todas ellas eligió la de la agencia Efe, que la contrató para que continuara cubriendo informaciones de interior y sucesos.
Esa especialidad del periodismo es la que más le gusta. Requiere, entre otras condiciones, tenacidad, y a ella le sobra. "¿Que cuál es la otra primicia que me gustaría dar? Lo tengo clarísimo", contesta, "encontrar el cuerpo del Nani, vivo o muerto".
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