Touvier, procesado por enviar a campos de concentración a 57 refugiados españoles
El proceso de Paul Touvier, antiguo jefe de la Milicia de Lyón durante la ocupación nazi, removerá los fantasmas y las miserias del colaboracionismo francés. La detención ha desencadenado ya un amplio debate sobre la protección que parte de la jerarquía católica ofreció a Touvier durante los últimos 40 años. El antiguo colaborador de la Gestapo ha sido procesado por crímenes contra la humanidad; entre ellos, el envío a campos de concentración de 57 refugiados españoles, y encarcelado en la prisión de Fresnes.
A Paul Touvier se le imputa, concretamente, su participación en cuatro crímenes: el asesinato, en enero de 1944, de Víctor Basch, de 80 años, antiguo presidente de la Liga de los Derechos Humanos, y de su esposa Héléne, de 79 años; el fusilamiento de siete judíos en Rillieux-le-Pape, cerca de Lyón, en junio de 1944; la redada, en abril de 1944, en Montmélian, contra, 57 refugiados políticos españoles integrados en la Resistencia y su envío a campos de concentración, de los que sólo regresaron nueve; y la detención y muerte en Auschwitz del matrimonio Eisner, que trabajaban como porteros en una sinagoga.Touvier, como experto en los servicios de información, posee un detallado archivo con el que preparará su defensa en un juicio que puede aportar incómodas revelaciones sobre el colaboracionismo francés. Aunque se asegura que Touvier obtuvo la protección de la Iglesia mediante un pacto previo a la liberación, a cambio de la libertad de 42 prisioneros en plenas ejecuciones sumarias, no se descarta que una ayuda tan duradera e impopular sea fruto del chantaje. El abogado Jacques Vergés, probable defensor del colaborador de los nazis detenido, ha declarado ya: "Si Touvier dice todo lo que sabe, nos daremos cuenta de que lo que se le reprochaba a Barbie, la sociedad francesa habría debido reprochárselo a sí misma".
Protección
La protección de parte de la jerarquía católica a Touvier se concretó tanto en su ocultación y en ayuda material para la subsistencia como en la intercesión ante las autoridades para conseguir una amnistía. Tras la liberación, Touvier fue acogido por el abad Stépliane Vautherin, miembro de la orden integrista seglar de los Caballeros de Notre-Dame. En un convento de esta orden en Niza fue detenido Touvier el miércoles, pero antes de cerrar el ciclo recibió también la ayuda de sacerdotes de París, del arzobispado de Lyón -donde vivía a finales de los años sesenta y principios de los setenta- y, sobre todo, de Charles Duquaire, a quien el antiguo dirigente de la Milicia visitó varias veces en Roma. Duquaire era secretario del cardenal de Lyén y secretario de Estado del Vaticano, Jean Villot.El dirigente de las tropas de choque del Gobierno colaboracionista de Vichy estuvo también refugiado en la GrandeChartreuse, la abadía en la que se elabora el famoso licor del mismo nombre, donde ocupó un puesto de secretario. El prior , André Poisson, pidió al presidente Georges Pompidou "clemencia" para él.
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