Deng Xiaoping sale fortalecido de la crisis china
ENVIADO ESPECIAL, El anciano Deng Xiaoping ha conseguido controlar la grave situación política que vive su país, y todo indica que continúa siendo el hombre más poderoso de China. Deng ha dado instrucciones para que se inicie una purga de dirigentes del partido comunista seguidores de la línea más reformista, que propugnaba el secretario general, Zhao Ziyang. Éste, a quien la mayor parte de la población da ya por destituido, se halla bajo arresto domiciliario desde hace dos días, según fuentes diplomáticas de Europa oriental.
Las autoridades mantienen una férrea cortina de silencio sobre el desarrollo de la crisis, aunque anoche se expandió el rumor de que el comité central del partido se reunirá este fin de semana para ratificar la destitución de Zhao Ziyang.Otras fuentes no oficiales aseguran que además de Zhao Ziyang, se encuentran también bajo custodia el miembro del comité permanente Hu Qili; el ministro de Defensa, Qin Jiwei; el presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP), Wan Li, quien llegó a Shanghai en la madrugada del jueves tras acortar una visita oficial a Estados Unidos y fue internado en hospital para ser sometido a "tratamiento médico", así como algunos de los militares signatarios de una carta que criticaba la necesidad de movilizar a la tropa.
Crisis superada
La ciudad ha recobrado prácticamente el pulso normal si se exceptúa la presencia permanente de los estudiantes en la plaza de Tiananmen. El número se ha reducido sensiblemente y ayer por la tarde no superaba la cifra de 10.000. Los concentrados en la explanada han decidido no abandonar el lugar en un gesto de desafío a los constantes llamamientos hechos por las autoridades para que se vayan inmediatamente. La reaparición el jueves del primer ministro, Li Peng, por primera vez desde la imposición de la ley marcial hace una semana, ha sido considerada por todos los sinólogos como la prueba definitiva de que la crisis desde el punto de vista político está cerrada con la derrota de la línea más reformista que defendía Zhao Ziyang y la victoria del ala más dura.El desarrollo de los acontecimientos no hace sino confirmar el papel todavía preponderante de Deng Xiaoping, quien ha hecho oídos sordos a los gritos escuchados estos días en las calles de Pekín y de otras ciudades del país pidiendo su retirada definitiva. Retorna como emperador, aunque evidentemente con bastantes magulladuras y con más de un descosido en el uniforme. Tal vez de una manera irreversible.
Algunos analistas opinan que el viejo dirigente sacrificará también en la pira del poder al primer ministro, Li Peng, pese a que éste le ha servido de ariete en la crisis. La decisión de imponer medidas de excepción habría sido tomada de manera precipitada por el jefe del Gobierno y le ha hecho ganarse más todavía la impopularidad.
Li Peng ha dejado entrever que el partido se prepara a ratificar la tesis defendida por el ala moderada, según la cual los reformistas de Zhao Ziyang utilizaron el movimiento estudiantil para hacerse con el poder. Esa tesis recibió ayer el respaldo de la comisión de asesoramiento del comité central, un órgano del partido integrado por los mandos más ancianos. "Debemos descubrir la conjura realizada por un puñado de personas", se lee en el comunicado difundido a última hora de ayer por la televisión en una clara señal de que los vencedores en la dura batalla ven en Zhao Ziyang una mano conspiradora capaz incluso de atreverse a llegar hasta el mismísimo corazón del poder: Deng Xiaoping.
Tranquilidad militar
Ayer no se registraron movimientos de tropas. Los soldados -el número se estima entre 150.000 y 200.000- se encuentran en acuartelamiento s a las afueras de la ciudad. Entre los jóvenes acampados desde hace 13 días en Tiananmen cundió el jueves por la, noche el temor de que los camiones militares entrarían en la plaza a primera hora de la madrugada.La operación habría sido muy sencilla si las autoridades hubieran querido hacerla aprovechando el ambiente de cansancio y desorientación que reflejabri los rostros de los jóvenes a las cuatro de la mañana de ayer. Los dirigentes estudiantiles trataron de animar a sus compañeros asegurándoles a medianoche que Deng Xiaoping había dimitido. El antiguo movimiento autónomo se ha disuelto y se ha constituido ahora otro denominado Comité de Resistencia de Tiananmen, cuyo máximo dirigente es una joven de primer año de Ciencias Políticas de la universidad de Pekín llamada Chai Ling.
Ayer por la mañana se decidió en votación proseguir con la lucha. "Seguirernos aquí hasta conseguir la dimisión de Deng Xiaoping y Li Peng", aseguraba por la tarde uno de los líderes.
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