El Inem, contra la publicidad de la cartilla de parados

El Instituto Nacional de Empleo (Inem), estudia solicitar a organismos de la administración central y autonómica, a las corporaciones locales, organizaciones benéficas y algunas empresas estatales que no hagan públicas las ventajas a las que da derecho la cartilla de parado. Según fuentes del propio Instituto, tal publicidad anima a apuntarse al paro a personas que no lo están, hasta tal punto de que en determinadas épocas el paro registrado en las oficinas de empleo se aleja espectacularmente de las cifras que recoge la Encuesta de Población Activa (EPA).La intención de los responsables del Inem es conseguir que los derechos que otorga al titular la cartilla de parado cubran a quienes realmente se encuentran sin trabajo. Con este fin se pedirá a organismos y empresas del Estado que al hacer públicas las convocatorias y servicios en los que puntúa la condición de parado no se mencione este extremo. Después se depurarán las listas de solicitantes cruzando información con el Instituto.

Lista negra

Los técnicos del Inem han elaborado una lista de organismos que normalmente hacen públicas las ventajas que supone estar en posesión de la cartilla del paro. Entre los mismos figuran corporaciones locales, diputaciones, Comunidades Autónomas, Ministerio de Defensa, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, Ministerio de Justicia, colegios profesionales, Radio Televisión Española, Telefónica, Correos, Renfe, bancos, Cáritas, etcétera. Aunque no figuran en la lista elaborada por el Inem, también organizaciones privadas priman el carné de parado.Según fuentes del Instituto, la publicidad que tales organismos llevan a cabo es la causa de que numerosas personas acudan a las oficinas de empleo sin ser parados en sentido estricto y con el único propósito de conseguir descuentos en el transporte y el ocio, acceso a viviendas de protección oficial, ayudas de estudio, abogados de oficio, trámites de separación gratuitos y un largo rosario de ventajas.

Esta sería, en opinión de algunos responsables del Inem, una de las razones que explican la habitual divergencia entre los dos indicadores del paro en España: la EPA que elabora el Instituto Nacional de Estadística y el paro registrado en las oficinas del Inem. En ocasiones, como sucedió en febrero del pasado año, la diferencia entre ambos registros superó las 160.000 personas.

Para el Inem, la estadística más fiable es la EPA. Ésta se elabora trimestralmente, atendiendo a la población de 16 y más años que habita en viviendas familiares. En 1987, la EPA, que tradicionalmente mostraba cifras de desempleo por encima del paro registrado se modificó. A partir de entonces, la encuesta, que considera ocupado a todo aquel que haya trabajado al menos una hora en la semana que se toma como referencia, comenzó a arrojar cifras de desempleo por debajo de las que recogen las oficinas de empleo.