La huelga de empleados de bolsa obligó a los agentes a realizar las operaciones

La convocatoria de huelga de los trabajadores de la Bolsa de Madrid, secundada por los de la de Bilbao, fue seguida prácticamente al ciento por ciento por aquellos empleados de los despachos de los agentes que trabajan en el patio de operaciones y por una pequeña parte de los empleados de la Junta Sindical. Las presiones recibidas por el colectivo de agentes para que la bolsa no parara -admitidas sólo oficiosamente- obligaron a éstos a realizar todas las labores que efectúan a diario sus trabajadores, con lo que se pudo ver a los agentes corriendo del corro a mesa para poder poner en orden sus papeles y atender el mercado.

Los trabajadores de las bolsas convocaron esta jornada de huelga para exigir el mantenimiento de sus puestos de trabajo una vez entre en vigor la ley de reforma del mercado de valores, así como el inicio de las gestiones para alcanzar preacuerdos en lo que será la futura negociación colectiva. El volumen negociado en esta sesión fue mínimo, ya que lo que se intentaba era cubrir un trámite impidiendo la paralización del mercado. Los primeros cambios se fijaron sin realizar operaciones, lo que dio lugar a las primeras protestas de un grupo de agentes que pidieron repetidamente que se anulara la sesión ante la poca seriedad de la situación.Mientras que el parqué estaba prácticamente paralizado -acudieron muy pocas instituciones y dos bancos de primera fila desviaron sus operaciones hacia la Bolsa de Barcelona-, el mercado continuo funcionaba casi con normalidad, con los terminales de Barcelona y Valencia conectados, y en torno a 12 de Madrid. En Bilbao el paro fue total y ni los empleados ni los agentes realizaron operaciones.

Los agentes decidieron operar en un único corro -habitualmente hay cinco- y con dos minutos de tiempo para cada valor, cuando normalmente son 10. Esta decisión fue el origen de un intento de impugnación de la sesión por algunos agentes que afirmaron que el reglamento de las bolsas establece que cualquier cambio de horario debe ser anunciado con 48 horas de antelación. Javier Ramos, síndico de la Bolsa de Madrid, afirmó más tarde al confirmar la validez de sesión que "el reglamento de bolsa es muy complejo y hay que interpretarlo en su totalidad". La Junta Sindical estimó que el grado de contratación de esta sesión tenía una representatividad suficiente y que, por tanto, no había motivos para suspenderla.

Algunos agentes e instituciones estaban, no obstante, descontentos de cómo se habían desarrollado los acontecimientos, ya que muchas órdenes se habían ejecutado parcialmente y no sabían cuándo podrían disponer de ellas para completarlas o anularlas, al tiempo que se esperan bastantes reclamaciones por parte de los inversores que hubieran cursado órdenes para esta sesión y que hayan quedado fuera del mercado, sobre todo en los valores que cotizaron.

La concentración de trabajadores, que reunió en tomo a 500 ante el edificio de la Bolsa de Madrid, discurrió sin incidentes y terminó poco después del mediodía. En los próximos días se celebrará una asamblea pa evaluar los resultados de la jornada de huelga y acordar las medidas a tomar en el futuro.