Pujol asegura que no puede imitar la política de contención del gasto del Gobierno
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, confirmó ayer que la Administración autonómica catalana no podrá aplicar en Cataluña la política económica restrictiva del Gobierno central. Pujol aseguró que pese a que los presupuestos del Estado serán restrictivos, la Generalitat ha adquirido unos compromisos que le impedirán seguir el compás de la Administración central.
La Generalitat, que planea un plan de inversiones de 650.000 millones de pesetas para los próximos cuatro años, cuenta con invertir en 1990 casi 170.000 millones, lo que supone un incremento del 32,34% respecto a 1989, mientras que el crecimiento medio anual de las inversiones reales del Estado para el período 1989-1992 es de un 16,7%.
"Las previsiones que tenemos de lo que va a hacer el Gobierno nos indican que elaborará unos presupuestos restrictivos", indicó. "Nuestra voluntad sería hacer también un presupuesto restrictivo, pero tenemos muchas presiones y hemos de cumplir muchos de los compromisos que tenemos", añadió.
El presidente de la Generalitat aprovechó una conferencia de prensa en la que hizo balance de lo que ha sido el curso político para criticar al Gobierno por su política autonómica. "Es tan escandaloso lo que está pasando", aseguró, "que podemos afirmar con rotundidad que estamos ante una política de destrucción de la autonomía". A raíz de las elecciones europeas, en las que CiU perdió un eurodiputado, los nacionalistas catalanes han realizado una escalada dialéctica en sus críticas al Gobierno de Felipe González. Pujol ha criticado también algunas sentencias del Tribunal Constitucional por entender que recortan la autonomía y suponen una interpretación restrictiva del Estatut.
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