Las asociaciones de vecinos se sienten marginadas del plan de Valdebernardo
"Da la sensación de que Valdebernardo es una tarta que se están repartiendo entre unos pocos". Antonio Murillo, portavoz de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV), expresó así la inquietud que existe en el movirniento vecinal por la adjudicación de las 5.400 viviendas sociales del polígono de Valdebernardo.
El consorcio que gestionará la operación ha abierto las puertas a los sindicatos UGT y CC 00, que tienen asignados el 25% y el 8%, respectivamente, de las viviendas sociales. El sindicato socialista, a través de su cooperativa Promoción Social de la Vivienda (PSV), ha decidido comprar parte de los terrenos pendientes de expropiación, lo que le permitirá aumentar considerablemente su porcentaje.
La federación vecinal se siente marginada del projecto. "Se pidió nuestro apoyo para que saliera adelante y ahora se olvidan de nosotros", afirmó Antonio Murillo. "Nos parece adecuado que estén ahí los sindicatos, pero corren el riesgo de caer en un objetivo inmobiliario encubierto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.