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Si Robert Graves levantara la cabeza ...

Deià, el pueblo mallorqumí donde vivió el escritor, uno de los más bellos del Mediterráneo, amenazado por una carretera "faraónica y mussoliniana"

En 1929 el poeta y escritor británico Robert Graves descubrió la "magia de un pueblo mallorquín que serpentea entre el mar y la montaña", Deià. En esa atmósfera mágica, Graves escribió sus obras más notables -entre ellas Yo, Claudio- y abrió la senda a nuevas generaciones de poetas, pintores, y músicos, que eligieron ese lugar para vivir. Cincuenta años más tarde, una de sus hijas, Lucía, ha iniciado una dura batalla para preservar el pueblo que tanto amó su padre de la especulación feroz y de los atentados urbanísticos.

Lucía Graves intenta defender Deià y mantener incólume ese lugar, -mítico y sagrado en la historia cultural mallorquina-, fuente de inspiración, donde el tiempo se ha detenido y que ella asocia, ineluctablemente, a su infancia. Deiá, un pueblecito de 538 habitantes, rincón costero lleno de atractivos naturales donde han paseado desde el archiduque Luis Salvador, a finales del siglo pasado, hasta el actual ministro de Defensa, Narcís Serra, está amenazado por un proyecto de carretera "fáraónico y musoliniano", según la asociación Amix de la Tramuntana y los grupos ecologistas locales. El proyecto contempla acondicionar la actual carretera que une Deiá con Soller -otro importante núcleo turístico- con un trazado de nueve kilómetros, lo que supone romper el equilibrio del entorno.Entre las "barbaridades" denunciadas por los ecologistas figura la construcción de tres viaductos de 901, 60y 76 metros de longitud, con una anchura del doble del existente actualmente, y en el que el desmonte previsto en la ejecución de las obras sería de 128.490.000 metros cúbicos. Además, las obras acabarían con buena parte de los milenarios olivos y marges (paredes de piedra) tan característicos del lugar.

Rechazado

El anteproyecto de reforma de la carretera Deià-Soller elaborado por la Consellería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio del Gobierno balear ha sido rechazado en dos ocasiones. El 20 de noviembre de 198,5 fue el Parlamento balear el que acordó desestimar el anteproyecito debido a que presentaba "numerosas infracciones a las normas de procedimiento". Ahora, la Consellería de Obras Públicas ha presentado un tercer proyecto con modificaciones sobre los anteriores que no terminan de convencer a los grupos ecologistas.Si Robert Graves viviese seguramente asistiría angustiado a la posibilidad de que una cuadrilla de obreros al frente de pesadas máquinas se interpusieran entre el jardín de su casa y el mar. Y puede ocurrir, porque la carretera que intenta ser reformada pasa precisamente por delante de su casa, por el número 6, donde el poeta y escritor británico escribió sus mejores obras.

Actualmente, nada hace presagiar en ese lugar los negros nubarrones que se avecinan. El entorno sigue irradiando esa atmósfera lúdica que Graves ensalzó en sus escritos. Sólo una pintada, "volem sa terra verge" ("queremos la tierra virgen"), realizada con spray en un muro a escasos metros de la casa de Graves, avisa del inicio de las hostilidades.

Curiosamente, todo el pueblo, según el alcalde de Deià, Francisco Javier Salas, de 27 años, está de acuerdo en la necesidad de reformar el trazado de la carretera. Las discrepancias comienzan a la hora de elegir el método adecuado. "El ciento por ciento de los habitantes de Deià", asegura el alcalde, "desea contar con una carretera digna, pero un 30% sacrificaría el entorno frente a un 70% que no está dispuesto a transigir en ese aspecto". Deiá está considerada la primera ruta turística de Mallorca y es paso obligado a otras áreas de indudable interés paisajístico para miles de turistas. Transitar por una carretera estrecha y llena de curvas, cuyo trazado original se diseñó en 1840, supone un grave obstáculo para los centenares de autocares y coches que circulan cada verano. Por esa razón, el alcalde de Deiá considera "absolutamente necesario" adecuar la carretera a las actuales exigencias. "El primer proyecto" afirma el alcalde, " era aberrante y el segundo contenía escasas modificaciones. Nosotros deseamos que se siga el modelo utilizado en la reforma de la carretera Valldemosa-Deià, donde el trazado del firme se fue ensanchando poco a poco, según lo iba pidiendo el terreno". "En el actual proyecto", añade el alcalde, "hemos reducido un metro de calzada, que ha pasado de ocho metros a siete. Ahora estamos esperando que se convoque una exposición pública para dar a conocer el alcance de las nuevas disposiciones".

Fuerte polémica

Josefina Sintes, presidenta de la asociación Amix de la Tramuntana, un grupo que defiende la naturaleza y el medio ambiente natural y urbano de Mallorca, coincide con las manifestaciones del alcalde. "Sabemos que el proyecto cuenta con simpatías entre algunos habitantes, pero nosotros sólo lo aceptaremos con unos planteamientos de integración en el paisaje, respeto con el entorno actual y sensibilidad con un territorio catalogado como de importantes valores culturales".Cada deiense tiene su propia teoría al respecto, pero todos son conscientes de que la reforma de la carretera está generando una polémica "demasiado fuerte" entre los habitantes y temen que puede abrir heridas que quizá no cicatricen nunca.

El importante núcleo de artistas -en Deià han vivido Domenico Gnoli, Frank Hodgkinson, Urich Leman, Frederick Grunfeld, Emst Fuchs, Joan y Sebastián Junyer, Kevin Ayers, Mati Karlwein, George Sheridan, Michael Douglas, Martín Tallens, Carlos Morell, David Allen, Britta Stenmarins, Arthur Rhodes-, sigue un poco más de lejos los vaivenes del proyecto que puede cambiar para siempre el pueblecito donde eligieron vivir.

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