Quaderns Crema cumple 10 años

Quaderns Crema es una pequeña editorial que publica entre 10 y 20 títulos al año de papel y diseño cuidados. Su director y propietario es; un profesor de literatura llamado Jaume ValIcorba. Ahora celebra 10 años situado ya en la vanguardia de la edición literaria catalana, con autores de éxito, como Quim Monzó, Sergi Pàmies o Ferran Torrent, y la publicación de clásicos del siglo XX, como las obras de Eugeni d'Ors y J. V. Foix.

Para publicar un libro que le guste, Jaume ValIcorba es capaz de muchas cosas menos de entrar en subastas. La suya no es una política del talonario sino, dice, del gusto. Y por gusto ha llegado incluso a sobornar a un repartidor de gaseosas para que un libro tuviera, todos los complementos necesarios. Fue hace algunos años. Jaume ValIcorba preparaba la edición de la heráldica catalana de Martín de Riquer y necesitaba fotografías del interior del convento de las Trinitarias de Valencia. Para su desgracia, el edificio había sido recomendado por la Facultad de Arquitectura y las monjas habían perdido la paciencia. recibiendo a estudiantes que se metían por cualquier parte. No abrían la puerta más que para lo estrictamente imprescindible. "Pero tendrán que comer", se dijo Valleorba. Y empezó a observar los suministros que recibían. Así llegó al repartidor de gaseosas. Con una caja en las manos el editor consiguió entrar en el convento y hablar con la madre superiora. "A partir de ahí todo fueron facilidades", explica. Y el caso es que consiguió las fotografias y el libro llegó a su fin.Después de eso, el resto le ha sido relativamente fácil. A veces acierta con el título y a veces no, pero nunca se siente defraudado de haber publicado una obra si estaba convencido de que había que hacerlo. Y así hasta las entre 160 o 170 -no se le ha ocurrido contarlas- que lleva editadas.

"Lo que más me satisface no es que un volumen tenga éxito y se venda muy bien, aunque eso no me amarga en absoluto, sino que alguien me diga que ha disfrutado mucho leyéndolo. Cuando digo alguien hablo en términos cualitativos, claro."

No pocos de sus autores han sido traducidos al castellano en otras editoriales, pese a que él mismo tiene el sello Sirmio para obras en lengua castellana. En Sirmio ha publicado desde una pieza teatral inédita de Luis Cernuda hasta autores medio olvidados, como Julián Ayesta o Ángel María Pascual, pasando por obra de sus colegas y amigos Martín de Riquer y Francisco Rico. "No traduzco a mis autores porque creo que si lo hiciera. el catálogo de Quaderns Crema acabaría apagando el de Sirmio, y pretendo que sean dos firmas distintas."

Llegó a crear Quaderris Crema "por azar". Y de inmediato añade: "Bueno, el azar juega un papel en la vida de todo el mundo. No soy diferente". Lo cierto es que Quaderns Crema nació corrio colección de otra editorial, Antoni Bosch, y no tuvo éxito, cuerita, por lo que llegó un momento en que se planteó su inviabilidad. En ese momento tenía ya varios originales, y decidió comprar la marca y seguir editando por su propia cuenta. El nombre es, afirma, un pequeño homenaje a Ludwig Wingenstein [el autor, entre otras obras, de los póstumarnente titulados Cuadernos azul y marrón]. Más difícil es que pueda explicar la existencia de Sirmio, teóricamente nacida para editar en castellano, porque Quaderns Crema también ha publicado obras en esta lengua.

"Hay gente que sólo tiene un brazo, pero yo tengo dos y no tengo ganas de perder ninguno", afirma al explicar los motivos de que haya obras en las dos lenguas en Quaderns Crema.

Historias sin héroes

Reconoce que la lectura de originales del editor es un ejercicio radicalmente distinto del que reafiza como académico el resto del día. En los manuscritos busca historias sin héroes, y cuando quiere héroes se vuelve a las novelas de caballerías. "Apenas leo literatura contemporánea. En cambio releo mucho, es lo que más me apetece, me sirve para desintoxicarme porque con dos editoriales la cantidad de manuscritos que llega es excesiva y no todas son obras buenas."Con sus autores mantiene una relación personal y reconoce que paga poco de anticipo, pero afirma que por dinero nunca ha dejado de publicar un original. "Lo que: sí he hecho es no pujar. Una vez me llamó un agente literario para decirme que tenía una novela de un autor que hasta ese moniento lo había publicado todo colimigo y que esperaba una oferta. No la hice."

Las portadas de Quaderns Crema están firmadas por Aiguadevidre. Detrás del seudónimo está él mismo, como comprobarán quienes acudan esta noche a la celebración del aniversario, en el Palau Güell de Barcelona. Todos los que lo hagan recibirán un regalo que coquetamente ha mantenido en secreto, aunque ese regalo sólo puede tener un formato: el del libro.