Mercado institucional
El estancamiento continúa siendo lo único destacable en los mercados de valores en este final de ejercicio, con la particularidad de que se está poniendo al descubierto el desplazamiento de la actividad hacia el mercado continuo, al menos en cuanto al volumen negociado se refiere. Si la caja bancaria ya era un elemento un tanto extraño en el mercado, la contratación a través de ordenador ha situado el centro de atención en algún lugar que, por ahora, parece inaccesible para el inversor de a pie, aunque la falta de expectativas que padecen las bolsas tiene bastante que ver con esta situación, y tampoco es ajeno a ella el interés de las instituciones de créditos en las sociedades eléctricas.Los pocos corros que aún se celebran en los patios de operaciones están sufriendo las consecuencias de la falta de interés del dinero -con excelentes alternativas- y de la escasez de papel, pues los títulos que están en manos de la barandilla cuentan con unos precios muy superiores a, los actuales, lo que ha impuesto una difícil y larga espera. Las pocas partidas que llegan a los corros evidencian todas estas carencias, pues son muy reducidas y encuentran serios problemas para conseguir la contrapartida suficiente.
El contrapunto lo pone el elevado número de aplicaciones que cada día sorprende a los habituales con un volumen de negocio muy alejado de la realidad del mercado y que, además, este año no está consiguiendo generar plusvalías debido a las pequeñas variaciones que vienen registrando las cotizaciones.
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