La deuda externa de América Latina se sitúa en 416.000 millones de dólares al finalizar el año
La crisis económica de Latinoamérica persistió en 1989, último año de una década marcada por la deuda externa, que en la actualidad asciende a 416.000 millones de dólares, según sostuvo la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAL). En 1989, el producto medio por persona de la región cayó un 1%, la inflación media alcanzó su máximo histórico, casi un 1.000%, según el informe anual de la CEPAL.
Como el aumento del producto interior bruto de la región, 1,1% en 1989, fue menor que el incremento de la población, el PIB por persona disminuyó un 1%, retrocediendo al nivel que alcanzó en 1978. El PIB cayó en siete países y en otros 13 su expansión fue tan leve que se estancó o disminuyó. Sólo las economías de Barbados, Costa Rica, Paraguay y, sobre todo, Chile, fueron las excepciones en el cuadro de crisis regional, con un crecimiento notorio en 1989. "El panorama es negro", admitió el economista guatemalteco Gert Rosenthal, secretario ejecutivo de la CEPAL. La mayoría de los países latinoamericanos padece elevada inflación y un estancamiento productivo que se reflejó en un PIB promedio por habitante que en 1989 fue un 8% inferior al de 1980. Sólo Colombia, Cuba, Chile y nueve pequeños países del Caribe tuvieron en 1989 un producto notoriamente superior al de 1980. En cambio, en Argentina, Bolivia, Guyana, Nicaragua, Perú, Trinidad, Tobago y Venezuela el producto por habitante al final de la década es más de un 20% inferior al que tuvieron en 1980.
Transferencia de recursos
La sangría por la transferencia de recursos financieros a los países desarrollados se elevó a 200.000 millones de dólares en esta década, un monto equivalente a casi la mitad de la deuda externa latinoamericana.
Las exportaciones de la región parecen haber tocado techo con un récord de 110.000 millones de dólares en 1989 y, para aumentarlas, es necesario incrementar la inversión y lograr un alivio en el pago de la deuda externa, sostiene el informe de la CEPAL, de 40 páginas y que se titula Balance preliminar de la economía de América Latina y el Caribe, dado a conocer ayer.
"La inercia de los ochenta, me temo, estará con nosotros varios años más", afirmó Rosenthal. Entre los pocos elementos positivos hacia la próxima década el secretario ejecutivo de la CEPAL señaló que los países de América Latina han retornado a la democracia, existe una mayor voluntad de integración regional y se advierte una modernización empresarial.
Durante 1989, por tercer año consecutivo, la inflación afectó a las economías latinoamericanas. El promedio alcanzó el récord del 1.000% y, en cuatro países, el alza de precios superó este porcentaje: Argentina (4.000% anual), Nicaragua (bajó la hiperinflación a 3.500%), Perú (3.000%) y Brasil (cerca de 1.500%). Otros tres países -Ecuador, Uruguay y Venezuela- tuvieron una inflación entre 50% y 100% en este año. En 12 países latinoamericanos las alzas de precios anuales se sitúan en un rango de l0% al 40%.
En 1989, por segundo año consecutivo, la deuda externa latinoamericana descendió en términos reales. La disminución, cercana al 5%, se debió a la devaluación del dólar, a la conversión de deuda externa en capital y a la reducción de los préstamos hacia la región. Sin embargo, el problema del endeudamiento excesivo es la principal mochila de estas economías. Los intereses de la deuda exterior latinoamericana representaron en 1989 un 30% de las exportaciones, duplicando a los niveles que hubo entre 1978 y 1980, antes de la crisis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.