El tercero de la fila

Las lesiones sufridas por Roberto y Vicuña, porteros de Osasuna, permitieron a Jesús Unanua debutar como portero de Primera División hace 10 días. Su primer partido fue contra el Logroñés, pero su presentación ante la afición navarra la realizó el pasado domingo frente al Atlético de Madrid. Con sólo 20 años de edad, Unanua ha visto cómo en poco más de una semana su nombre comienza ya a figurar en las listas de porteros con más futuro en el fútbol español. Pero, consciente de la temporalidad en que vive, se mentaliza para volver de nuevo al banquillo.

En una plaza de La Rochapea, un barrio obrero de Pamplona, Jesús Unanua descubrió su vocación futbolística. "Con los chavales de mi cuadrilla íbamos todas las tardes a jugar con el balón. Nos dedicábamos a lanzar la pelota y a tratar de encajarla por debajo de los bancos de la plaza. No se cómo fue, pero yo decidí colocarme de portero y allí me quedé".Con 15 años ingresó en el Osasuna. Comenzó en la categoría infantil y desde abajo asceridió rápidamente por las diferentes escalas."En el club", explica Unanua, "desde siempre se ha dispensado una gran atención a la preparación y al aprendizaje de los porteros. Creo que somos uno de los pocos clubes que cuenta con un campo de hierba y dos porterías dedicadas tan sólo al entrenamiento de guardametas.

El día en que ingresó definítivamente en la plantilla de Osasuna supo que faltaba mucho tiempo para que llegara su oportunidad: Roberto era el portero titular y Vicuña, el suplente, era un veterano con mucha experiencia. Pero, de la noche a la mañana, cuando menos lo esperaba, llegó el día. Se lesionó Roberto en el partido contra el Tenerife y Vicuña, días más tarde, se hizo daño en una mano.

En dos partidos ha encajado dos goles, pero se ha ganado el reconocimiento del público local. "Los gritos del público, que coreaba mi nombre, me ayudaron a aguantar la segunda parte, cuando el balón no salía de nuestra área".

Admira a Andoni Zubizarreta "porque siempre está donde está el balón" y sabe que el camino es largo. "Es probable que el domingo reaparezca Roberto y yo vuelva al banquillo, pero creo que mi trabajo de estos días habrá servido para algo".