Un empresario de EE UU acusa a McDonald's de utilizar demasiada grasa en sus hamburguesas
¿Contribuyen las hamburguesas de McDonald's a aumentar el colesterol? Según Phil Sokolof, un multimillonario de 66 años, de la localidad de Omaha, en el Estado dé Nebraska, sí. Este moderno cruzado de la alimentación que preside la Asociación Nacional de Salvacorazones ha insertado anuncios a toda plana en los primeros periódicos norteamericanos con el lema: "El envenenamiento de América. Parte III". McDonald's, líder de las hamburgueserías en España, cuenta con 26 millones de clientes anuales en este país.
Los anuncios, después de recordar que el 50% de los norteamericanos tiene un nivel de colesterol demasiado alto, y el 25% peligrosamente alto, afirman que una hamburguesa grande, con su correspondiente ración de patatas fritas, contiene 25 gramos de grasa, en comparación con un emparedado de carne magra de vacuno, que sólo tiene tres.El encargado de uno de los restaurantes madrileños -en ausencia de los máximos responsables de la cadena- rehusó brindar ayer cualquier información sobre el contenido de las hamburguesas en España y el aceite utilizado para su preparación.
La publicidad, que un sólo día costó a Sokolof 140.000 dólares (más de 14 millones de pesetas), pide a la compañía McDonald's y a las cadenas de comida rápida que reduzcan el contenido de grasa en sus hamburguesas en un 10%. Algunos periódicos, entre ellos The Washington Post, se negaron a insertar los anuncios por considerar que la utilización del término envenenamiento era demasiado fuerte y no estaba probado.
Por su parte, McDonald's, en un comunicado de su vicepresidente, Dick Starmann, ha rechazado las acusaciones y ha calificado la campaña de "temeraria, engañosa y destinada a asustar más que a informar". La compañía ha hecho saber que estaba probando una mezcla de aceites vegetales para eliminar su actual proceso de frituras a base de grasas animales, informa Efe. El nuevo método será pronto empleado en cerca de 500 establecimientos de McDonald's.
La batalla que ha emprendido Sokolof -que sufrió hace 22 años un grave infarto de miocardio- contra McDonald's constituye sólo un episodio más de la guerra de este industrial contra las grandes firmas de la alimentación.
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