Profanadas 250 tumbas en dos cementerios de la ciudad israelí de Haifa
La profanación, en la madrugada de ayer, de 250 tumbas judías en dos cementerios en Haifa ha provocado gran indignación y cólera en la opinión pública israelí. "Esto no es Francia, y si esos miserables que han perpetrado el crimen se imaginan que vamos a lloriquear están equivocados", afirma Shimshon F., un estibador del puerto de Haifa. La policía informó anoche de la detención de un judío enfermo mental como presunto autor de los hechos. No obstante, muchos israelíes prefieren creer que el acto criminal es obra de los árabes, por lo que la policía ha realizado un despliegue especial para proteger sus barrios.
"Sabemos que han sido los árabes y no esperaremos a que sean castigados por la policía. Confía en Shimshon. Los conozco bien", sentencia el estibador, con los puños apretados. Las palabras de Shimshon son expresión del sentimiento generalizado entre la población y es la razón por la cual la policía israelí ha elaborado un despliegue especial para proteger mejor los barrios árabes -en la zona sur de la ciudad- e impedir posibles incursiones punitivas y linchamientos.El ambiente en Haifa está muy cargado. Cargado de dolor y de odio. En el cementerio Hof Hacarmel, un hombre entrecano llora de rabia junto a la tumba de su madre. Murmura: "Hay que matarles, lincharles sin someterles a proceso legal". Sobre la tumba puede verse una inscripción hecha con un pulverizador negro, en la que se lee: "Árabes, quemad a los judíos".
El general en la reserva Rehavam Zeevi, líder y diputado del Partido del Transfert (partidario de la expulsión en masa de los árabes), declaró en la radio israelí: "Los autores del crimen harían mejor en exiliarse voluntariamente de este país".
Pintadas odiosas
Las odiosas inscripciones, pintadas con cuidado y en un hebreo perfecto, exhortan a los árabes y a los presidentes, Sadam Husein, de Irak, y Hosni Mubarak, de Egipto, a "matar, exterminar e incinerar a los judíos".El texto varía sobre cada una de las tumbas profanadas, pero el lema es siempre el mismo: los árabes exterminarán a los judíos. Como firma, el nombre aquí y allá de una población árabe en territorio israelí, pero ni una palabra sobre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) o sobre la Intifada.
A pesar de la detención anunciada anoche, las investigaciones van en diversas direcciones. "El crimen puede haber sido motivado por sentimientos nacionalistas extremistas, pero también puede ser obra de un enfermo mental", había afirmado por la mañana el jefe de policía nacional de Haifa.
[Por otra parte, el rabí de Francia, Joseph Sitruck, presidió ayer en el cementerio judío de la ciudad francesa de Carpentras un acto de desagravio por la profanación de 34 tumbas el miércoles pasado. Un anciano de 81 años, recientemente fallecido, fue sacado de su tumba y empalado. Otras tumbas fueron abiertas y muchas lápidas destrozadas. En Allgaeu, al sur de Alemania Occidental, cinco tumbas fueron profanadas ayer en el monumento que recuerda el campo de concentración nazi de Tuerkheim, informa France Presse].
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