Ponte a llorar
Dinamita Pa Los Pollos e InhumanosFiesta de San Isidro. Pabellón del
Real Madrid. 4.500 personas. Precio: 700 pesetas.
Madrid, 17 de mayo.
"No hay problemas, ponte a reír", cantan los Inhumanos copiando descaradamente a Bobby McFerrin. Su concierto fue para llorar. Cuando un grupo de música pretendidamente pop se presenta en escena con dos baterías y ofrece unas percusiones dignas de una pandereta, se está autodefiniendo a la perfección. Los Inhumanos, como su nombre indica, no pertenecen al mundo del pop. Pueden ser un grupo de teatro humorístico en crisis, una banda de esperpento festivalero o una charanga de los carnavales de Cádiz venida a menos. Pueden ser cualquier cosa menos un grupo de música pop.
De juguete
El pabellón registró una buena entrada y el público se lo pasó en grande con los fáciles ritmos de los dos nombres que formaban esa noche el programa. Dinamita Pa Los Pollos ofreció country desnutrido e insípido con su habitual falta de pudor: guitarras de juguete, tambores de cartón y voces de plástico. La diabólica mezcla da buenos resultados a nivel comercial, y la gente se enfrascó en unos bailes de saloon al parecer divertidos.Los Inhumanos presentaban nuevo espectáculo y nuevo disco. Siempre pretenciosa y en ocasiones zafia, su puesta en escena carece de la consistencia mínima como para resistir un juicio de valor. Sobre las canciones que interpretan basta con apuntar un detalle: No problem, burda y descarada versión del Don't worry, be happy, del norteamericano McFerrin, aparece en su último disco firmada por Alfonso Aguado.
Babelia
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