París, Praga y Moscú, unidas por la música contra el racismo

La principal organización francesa de lucha contra el racismo y la xenofobia, SOS Racismo, ha echado el resto en la sexta edición de su festival anual. En la tarde de hoy, tres escenarios diferentes en París, Praga y Moscú serán el marco de un mismo espectáculo, denominado Trans europ concert. Medio centenar de cantantes y grupos musicales de muy distintas procedencias participarán en un único acontecimiento colocado bajo la bandera de la fraternidad y la concordia.

SOS Racismo lleva años luchando por el diálogo en el mutuo respeto de las diferentes culturas que, a consecuencia de la inmigración, comienzan a cohabitar en Francia. Su insignia, una mano abierta con el lema "Touche pas a mon pote" ("No toques a mi colega"), se ha convertido en habitual en el paisaje galo. En las principales ciudades, este signo se ve en las calles, así como en pegatinas y otros medios de difusión, especialmente entre los jóvenes.Estos días, el movimiento antirracista ha empapelado París con unos carteles donde una joven y hermosa mexicana llamada Rosi afirma: "Todos amamos el mismo país". Es justo lo contrario de la actitud del ultraderechista Frente Nacional, de Jean-Marie Le Pen, que propugna la expulsión de los trabajadores magrebíes y africanos.

Una aldea

Como ha subrayado estos días Harlem Desir, dirigente del movimiento, SOS Racismo extiende sus objetivos más allá del territorio francés. Los militantes de la organización son conscientes de que los actuales medios de comunicación y de transporte han convertido a todo el planeta en una misma aldea.Este fenómeno, dice Harlem Desir, no debe implicar de modo automático la rendición con armas y bagajes de todas las formas de vida y pensamiento de la Tierra al modelo occidental. La comunicación debe ser de ida y vuelta.

SOS Racismo ha decidido poner al servicio de sus ideas todos los actuales medios técnicos. Esta tarde, los espectadores que acudan a los escenarios de París, Praga o Moscú estarán conectados vía satélite todo el tiempo con lo que ocurra en las otras dos ciudades. La cadena pública de televisión francesa, Antenne 2, se encargará de ello.

En París, la fiesta tendrá como escenario la explanada de Vincennes. Los organizadores prevén que allí se concentren unas 200.000 personas. En la vieja ciudad de Praga, la asistencia puede ascender a 30.000 personas. En el parque Gorki de Moscú son esperados 15.000 espectadores. La participación en el festival es gratuita en los tres casos.

La iniciativa de SOS Racismo ha contado con el apoyo de numerosos Intelectuales y artistas franceses. Marguerite Duras, Jacques Derrida, Alain Touraine y Jane Birkin, entre otros, han firmado un manifiesto dando la más cálida bienvenida al Trans europ concert.

El alcalde de Vincennes, sin embargo, ha protestado por el emplazamiento previsto para la versión parisiense del acontecimiento. En su opinión, las molestias causadas al vecindario sólo servirán para "alimentar el racismo y contribuir a la ascensión del Frente Nacional".

Solistas y grupos franceses, británicos, checos, eslovacos y rusos alternarán esta tarde con magrebíes, africanos, brasileños o antillanos. En París actuarán Chico Buarque, Francis Lalanne, Cheb Jaled, Salif KeIta, Florent Pagny, Maurane y Smain, entre otros. También se ofrecerá un espectáculo que reunirá a bailarines y músicos franceses y magrebíes, junto al cantante Francis Cabrel.

Murray Head, Patrick Bruel, Les Negresses Vertes y Marta Kubisova estarán en Praga. Boy George, Youssou N'Dour, Cheb Mami, Jean-Louis Aubert y DDT, en Moscú.

Una sola llama

El símbolo del Trans europ concert, dos manos que encienden mecheros cuyas llamas se funden en una sola, expresa el sentimiento que SOS Racismo quiere que reine esta tarde entre los asistentes a uno y otro lado del antiguo telón de acero.SOS Racismo es una organización antirracista muy conocida en Francia que nació con un primer gran recital en la capital de este país, en 1985. En Barcelona se creó hace cerca de un año el SOS Racismo de Barcelona, que organizó un gran recital el pasado 4 de mayo en defensa de las minorías raciales y culturales en España.

Desde un principio, los organizadores han sostenido la convicción de que el combate en Francia contra el racismo es también aquel de la juventud europea del Este por la democracia. Según uno de los responsables de SOS Racismo, esta lucha de juventud de Europa del Este "se encuentra amenazada también por los nacionalismos, el crecimiento del antisemitismo y la presión de la extrema derecha".