Las petroleras privadas presionan a Repsol para subir más de dos pesetas la gasolina
Las compañías petroleras privadas españolas -CEPSA, Petromed y Ertoil- se han enfrentado abiertamente a la pública Repsol, con la que participan en el capital de Campsa, por discrepancias sobre la subida de precios de venta al público de la gasolina. Las privadas, que controlan el 29% del capital de la empresa distribuidora, quieren el mayor aumento posible de ese precio, aunque aceptarían tres pesetas de subida. Sin embargo, el socio mayoritario, Repsol, tiende más hacia las dos pesetas al sentirse altamente implicado con la Administración en su empeño de combatir la inflación.
Los socios de Campsa se reunieron a primera hora de la mañana de ayer, en comité restringido, para estudiar la subida de los combustibles para el próximo martes, 21 de agosto. Tras un debate rápido, se consideró establecer inicialmente una subida de tres pesetas para cada una de las gasolinas (súper, normal y sin plomo) y de 3,1 pesetas para el gasóleo de automoción, con lo que, en este caso, llegarían al máximo permitido.Sin embargo, la propuesta no se consideró como definitiva. Primero, porque el presidente de la compañía distribuidora, José Luis Díaz Fernández, quiere esperar hasta el lunes con el objeto de conocer la evolución del mercado este fin de semana. Segundo, porque nadie desconoce que al final la decisión pasa por el tamiz de Repsol, que es el principal accionista de Campsa.
Las privadas temen que Repsol determine un precio definitivo distinto al que ellas, al igual que la dirección de Campsa, quieren y que, de ser menor, influiría negativamente en la cuenta de resultados.
También ayer se reunió el comité ejecutivo de Repsol. En su cartera, además de la repercusión del conflicto del Golfo en la empresa, figuraba el análisis de los precios. Tras la reunión, la entidad envió un comunicado de seis puntos en uno de los cuales subraya su postura: "la compañía estima conveniente que los incrementos se realicen con prudencia y gradualmente, en una política de cooperación con los consumidores y con los intereses económicos generales del país".
El presidente del grupo Repsol, Óscar Fanjul, se muestra así partidario de atender la llamada de la Administración y rebajar la subida a dos pesetas con el fin de ayudar a cumplir los objetivos inflacionistas. De la misma forma, la maniobra sería igual de dilatoria cuando se produzca la caída del precio del crudo, que, según fuentes de Repsol, se puede producir en breve plazo. Repsol considera que no es probable que se produzca una escasez en los suministros de crudo y señala que existen stocks suficientes.
Sin embargo, las compañías privadas tienen menos recursos para enfrentarse a la crisis. Tal vez por ello, las refineras privadas se han mostrado totalmente contrarias a los postulados de Repsol. Según han comentado fuentes de estas empresas, aunque una subida de tres pesetas les supone un deterioro superior a los 10 millones diarios en su factura, están dispuestos a asumirla, mientras se oponen a un aumento menor. Las compañías han comenzado a acusar al Gobierno de injerencias en la política de precios de Campsa y de mantener una actitud intervencionista.
Petróleo al alza
El optimismo de Repsol puede verse, de momento, reducido por el mantenimiento del precio del crudo en una posición al alza. Ayer, el West Texas Intermediary subió 1,27 dólares por barril para situarse en 28,63.Por otra parte, Venezuela anunció ayer que se suma oficialmente a la petición de realizar una reunión urgente de los países de la OPEP, que ella misma había propuesto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.