Canibalismo político en Argentina

El brutal ajuste económico a que es sometida la sociedad argentina ha desatado el canibalismo político. El peronismo en el poder, disgregado en diversos sectores, no se atreve por segundo año consecutivo a celebrar con el tradicional acto público su fecha fundacional, el 17 de octubre. La Unión Cívica Radical, principal partido de la oposición, concluye este fin de semana su convención anual y define el que será un duro papel para la oposición.

El ex presidente Raúl Alfonsín consideró que, en los hechos, el actual Gobierno representa una continuidad de la dictadura militar. A su vez, el presidente Carlos Menem le sugirió que se retire de la política. El imprescindible acuerdo entre ambos partidos se teje de noche y se deshace de día cuando los líderes se turnan para avivar el fuego de la olla que los cuece.Una encuesta del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría probó en porcentajes lo que revelan las opiniones de los ciudadanos a través de la radio, la televisión y el correo de lectores de los periódicos: que los dirigentes y partidos políticos argentinos tienen la peor imagen entre todos los sectores sociales. La Iglesia católica,, las Fuerzas Armadas y los empresarios, en ese orden, aparecen como las instituciones de más confianza antes que los sindicatos y los partidos.El presidente Carlos Menem, viajero incansable y experto piloto de aviones, aprecia desde el aire casi a diario el mapa de un país donde se enciende una hoguera tras otra. El abucheo y los insultos de los empleados públicos le impidieron el martes inaugurar una estación de gasolina en Usuhaia, la ciudad más austral del país.

En la mitad del viaje, en el extremo sur, sobrevoló la provincia del Chubut, que se ha rebelado contra sus autoridades. Los empleados públicos aún no han cobrado sus miserables salarios y amenazan con cortar las rutas y los suministros de energía que proveen a Buenos Aires. Las huelgas y movilizaciones de los Estados provinciales en quiebra se reproducen en Santa Fe, Santiago del Estero y Salta, al norte del país.

La constante actividad proselitista de los carapintadas, grullos ultras de civiles y militares que sueñan con un golpe de Estado se aprecia en todo el país. El general Hugo Sabino Fernández, jefe del segundo cuerpo del Ejército, ha dado la baja esta semana a tres suboficiales, entre ellos uno de su custodia personal, por organizarreuniones donde se exponían vídeos en los que se destaca al coronel Mohamed Alí Seineldín, líder de los alzamientos militares de 1987 y 1988. Sabino Fernández destacó, además de los fines políticos "rnuy determinados", los recursos con que cuentan estos grupos para viajar, hacer vídeos, publicaciones y pintadas. Seineldín, que viajaconstantemente por todo el país, es recibido en cada pueblo por sindicalistas y políticos de los principales partidos.

Los dos sectores en los que se encuentra dividida desde hace un año la Confederación General del Trabajo (CGT) se preparan para medir fuerzas en los actos programados para el próximo miércoles. El ConsejoNacional del Partido Justicialista decidió, por segundo aflo, no celebrar con el tradicional acto público la fundación del peronismo, que recuerda el 17 de octubre de 1945, cuando m¡les de trabajadores se dirigieron espontáneamente a la Plaza de Mayo para exigir la libertad del entonces coronel Juan Perón.