Leguina evitar criticar a Guerra y asegura que el debate es ideológico

El secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Joaquín Leguina, demostró ayer que no está dispuesto a levantar más suspicacias en la dirección de su partido al eludir cualquier crítica al llamado aparato y con la insistencia de que lo que ocurre en el PSOE no es más que "un lógico debate de ideas". Leguina, que ayer participó en un coloquio en el Club Siglo XXI, afirmó que su opinión sobre Guerra "es favorable" y no quiso comentar la carta que remitió al responsable del área institucional del partido, Abel Caballero, lamentando haber sido excluido de una reunión en Toledo el mes de septiembre.

En dicha reunión varios presidentes de comunidades autónomas elaboraron una ponencia autonómica. "No me siento en absoluto marginado por la dirección de mi partido", dijo ayer el secretario general de la FSM, en una intervención que puede suponer un paradigma de su actitud y la de otros altos cargos del PSOE, que fueron críticos hasta hace unas semanas, en el preámbulo del 32 congreso.El secretario general, Felipe González, ha conseguido su objetivo de pacificar, aunque con algún altibajo, el debate precongresual, si se tiene en cuenta la actitud templada del propio Joaquín Leguina y de los ministros que hace meses abrieron el debate pidiendo "pluralidad".

Joaquín Leguina estuvo rodeado por consejeros de la Comunidad madrileña y los habituales socios del club Siglo XXI, que no consiguieron, a pesar de insistentes requerimientos, que Leguina fuera crítico ni con Guerra ni con el presidente de la FSM, José Acosta, ni con el aparato del partido en general. Preguntado por Alfonso Guerra, dijo: "Mi opinión es favorable".

Un asistente al coloquio insistió en el tema Guerra, planteando a Leguina si la dimisión del vicepresidente favorecería a los socialistas en las próximas elecciones municipales y autonómicas. "No veo relación en absoluto" contestó.

Leguina reiteró sus tesis conocidas sobre el respeto a la "pluralidad" y a las distintas sensibilidades. Los preparativos del congreso federal están ya prácticamente acabados e incluso la última ejecutiva federal decidió la lista de invitados. Entre éstos figura una delegación de UGT, cuyo secretario general, Nicolás Redondo, no ha sido invitado, por primera vez, a pronunciar un discurso.

Por otra parte, la ministra Matilde Fernández, dijo ayer en Santander que el ministro de Cultura, Jorge Semprún, quiso decir que el Programa 2000 "es mejorable" cuando afirmó que en parte estaba rebasado por la historia. Sobre su incompatibilidad como miembro de la ejecutiva socialista y ministra en el Gabinete, Fernández señaló que otras personas han tenido que hacer parte de su trabajo y que, por tanto, no se sentía cómoda en esa situación.