Protestas de los afectados de Tous por la negativa del PSOE a dar indemnizaciones

Varios centenares de vecinos de Antella (Valencia) repitieron ayer los cortes de carretera que desde hace 20 días impiden el paso de camiones a las obras de la presa de Tous. Los manifestantes califican de "desvergüenza" la negativa del Grupo Parlamentario Socialista a pagar indemnizaciones a todos los afectados por la rotura de la presa, en 1982.

Los ánimos están cada vez más exaltados entre los más de 19.000 afectados por las inundaciones de 1982 que, según la sentencia de la Audiencia de Valencia hecha pública el pasado 27 de octubre, no cobrarán indemnizaciones. Ayer, los avisos de que la Guardia Civil podía obligar a desalojar la carretera de Antella sólo provocaron más indignación y la solidaridad de los vecinos de localidades cercanas como Gavarda o Alberique, que inmediatamente se sumaron a la protesta."Soy una de las personas que posiblemente cobrará, sin embargo, el resto de afectados que se han quedado sin nada pueden contar conmigo. Todos padecimos la misma desgracia. Todos nos quedamos sin nada", aseguraba ayer Ana Domínguez, vecina de Gavarda.

Desconfianza e impotencia son los dos adjetivos que resumen los sentimientos de los 500 vecinos de Antella, una localidad de 1.640 habitantes, que ayer cortaron el tráfico a la entrada del pueblo. "¿Qué tenemos que hacer para que nos paguen?", se preguntaba Eduardo Part, vecino de Antella, que añadía: "¿Pretenden que nos convirtamos en terroristas o que asaltemos bancos para poder vivir?. La gente ha esperado ocho años y ya no puede pagar los préstamos".

Durante 20 días y 20 noches los vecinos de Antella, una de las localidades más afectadas en la riada de 1982, han mantenido su decisión de impedir el paso a los camiones que transportan materiales para la construcción de la nueva presa de Tous. "Es una desvergüenza que el PSOE haya votado en contra de que se nos paguen las indemnizacíones. Si el Gobierno quisiera, firmaría un decreto y no tendríamos que esperar otra sentencia", explicó Angeles Albuixech, de Antella.