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Grandes medidas de seguridad en el segundo acto de coronación del emperador de Japón

Casi 30.000 policías japoneses se mantendrán en alerta durante la noche de hoy y la madrugada de mañana en el centro de Tokio por temor a que la extrema izquierda trate de perturbar el desarrollo pacífico del daiyosai, segunda de las ceremonias de coronación del emperador Akihito.

El daiyosai es la misteriosa ofrenda de alimentos que Akihito realizará a los dioses en presencia de dos mujeres como únicos testigos. Los alrededores del palacio imperial se verán fuertemente protegidos por la policía durante las seis horas que está previsto que dure la ceremonia (desde las seis de la tarde, hora local, de hoy hasta las tres de la madrugada del viernes) y a la que asistirán casi un millar de personas, todas de nacionalidad japonesa, entre ellas todos los miembros de la familia imperial, el primer ministro y los demás jefes de los principales órganos del Estado. El acto se desarrollará en una amplia explanada de los jardines Este del palacio, donde ha sido erigida para la ocasión una especie de santuario compuesto por dos cabañas-templo denominadas Yukiden y Sukiden y una treintena de módulos más pequeños. Todos ellos serán demolidos después de la función, que costará al erario público algo más de 2.000 millones de yenes (cerca de 1.500 millones de pesetas).La extrema izquierda, como ya hizo durante la fiesta de la entronización el pasado día 12, ha anunciado que tratará de perturbar el acto. La oposición parlamentaria ha decidido boicotearlo, y no asistirá a la ceremonia por considerar que viola el principio constitucional de separación entre Iglesia y Estado. Diversos grupos de la minoría cristiana (en todo el país hay sólo 600.000 protestantes y 400.000 católicos) han denunciado también su realización. El Consejo Nacional Cristiano de Japón ha convocado una huelga de harnbre de 48 horas. El daiyosai es, sin duda, uno de los ritos religiosos más misteriosos y controvertidos que rodean la figura del emperador de Japón y por el cual se consideraba hasta 1945 que éste quedaba revestido de aureola divina tras entrar en comunicación con todos sus ancestros, empezando por Amaterasu Omikami, la diosa del Sol. Una parte del rito jamás ha sido desvelada. La televisión transmitirá sólo algunos instantes públicos de la ceremonia. El misterio está en los dos contactos, de más de una hora cada uno, que el tenno tiene con sus antepasados en esas dos cabañas con el único testimonio ocular de dos mujeres que le asisten en la ofrenda que realiza de arroz, pescado crudo, frutos secos y sake (licor de arroz) en agradecimiento por la cosecha.

En el interior del recinto hay un diván cuya presencia dio lugar en el pasado y también ahora a múltiples y variadas interpretaciones. La casa imperial precisó que durante la larga vigilia el emperador no tocará el diván que servirá para el descanso de los dioses.

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