Bush: "La guerra será larga porque Sadam tiene una potente máquina militar"
George Bush está de acuerdo con su enemigo, Sadam Husein, al menos en una cosa: la guerra va a durar. "Irak tiene una potente máquina militar", reconoció anoche el presidente de EE UU en conferencia de prensa tras reunirse con los jefes del Pentágono. "Estados Unidos empezó la guerra, sólo Irak puede acabar con ella", afirmaba, por su parte, un comunicado oficial difundido en Bagdad. "Arabia Saudí será liberada, Palestina será liberada de los sionistas y la entidad llamada Israel será destruida para siempre", aseguran las autoridades iraquíes. Bush confía en que Israel se abstenga de tomar represalias por el ataque con misiles de la madrugada de ayer contra Tel Aviv y Haifa, pero el ministro de Defensa del Estado isrealí, Moshe Arens, ha declarado que su país responderá "en el momento oportuno".
Tanto Bush como sus aliados militares y el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, han pedido moderación a Israel. El Gobierno de Tel Aviv se reserva, no obstante, el derecho a actuar "cómo, cuándo y con los medios que considere convenientes"."Pienso que, como nosotros, los israelíes no desean una ampliación del conflicto", aseguró Bush, "aunque, evidentemente, están dispuestos a proteger sus ciudades". Ayer, Egipto dejó en claro que no rompería la unidad de la coalición antiraquí si el Estado israelí tomaba represalias contra Bagdad. Siria fue más ambigua y señaló que su decisión dependería de quién fuese el agresor. Lo que resulta indudable es que, al menos de momento, Sadam Husein no ha conseguido su objetivo de convertir el conflicto en una nueva guerra entre árabes e isrealíes.
Los bombardeos masivos de la aviación aliada sobre objetivos estratégicos se intensificaron ayer sobre Bagdad, el sur de Irak y el ocupado emirato de Kuwait, dirigidos, sobre todo, a las plataformas de misiles. A lo largo del día hubo intensos movimientos de las tropas terrestres desplegadas en Arabia Saudí y se sucedieron bombardeos sobre concentraciones de la Guardia Republicana iraquí, la fuerza de élite de Sadam. Todo indica que se prepara la ofensiva por tierra para arrebatar a Irak el control sobre el emirato ocupado.
Desde que en la madrugada del jueves comenzara el ataque masivo contra Bagdad, los aliados han reconocido la pérdida de siete aviones. Irak eleva esta cifra hasta 94. Bush advirtió anoche: "Hay que ser realistas. Habrá bajas".
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Editorial en la página 26
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