Una mujer y sus tres hijas perecen asfixiadas por emanaciones de gas en su vivienda
Una mujer y sus tres hijas fueron halladas ayer asfixiadas por gas en el interior de su domicilio, en el número 17 de la calle de Torres Miranda, en la zona de Embajadores. Los cadáveres de María Teresa Franco Martínez, de 33 años, y sus hijas Iratxe Ulloa, de 14; Ainoa, de 12, y Amaya, de 4 años, fueron hallados en el salón de la casa por un amigo de la familia. que había sido alertado desde Bilao de la extraña desaparición de María Teresa y sus tres hijas. Las cuatro mujeres llevaban varios días muertas, aunque los vecinos dicen que durante el fin de semana escucharon en la casa música a gran volumen.
Los cadáveres fueron hallados a las 18.45 de la tarde por una amigo de María Teresa, cuyos padres, residentes en Bilbao, le habían pedido que fuera a la calle de Torres Miranda para enterarse de porqué nadie cogía el teléfono desde hacía días. El amigo pudo penetrar en la vivienda a través de la azotea del bloque. Según las primeras hipótesis del Grupo VI de Homicidios de la Brigada Judicial, la muerte de María Teresa Franco y sus hijas se produjo accidentalmente por emanaciones de gas. La madre fue vista viva por última vez el pasado viernes.Emilia Pérez, que habita en el sexto B, piso contiguo al de las víctimas, telefoneó a casa de María Teresa Franco sobre las dos de la madrugada del sábado para pedirle que bajase el volumen de la radio, "que estaba a toda voz". Sin embargo, "nadie contestó", dijo anoche Emilia. Emilia, cuyas dos hijas jugaban habitualmente con las de la fallecida, reveló que María Teresa le había confesado en más de una ocasión, incluso pocos días antes de ocurrir la tragedia, su deseo de quitarse la vida. "Tengo muchos problemas, una niña mala y estoy sin dinero para comer", le comentó recientemente y visiblemente preocupada.
Justo antes de abrir ayer el balcón, el citado amigo se extrañó al ver que todos los cristales estaban empañados de vaho y que no se divisaba el interior. Al abrir la cristalera descubrió la tétrica escena. Las cuatro mujeres estaban caídas en el salón de la casa, un piso de cuatro dormitorios del que María Teresa era propietaria. El cadáver de la madre apareció con un hematóma en el pómulo, mientras que el de su hija mayor, Iratche, fue encontrado completamente desnudo.
Grifo abierto
En la vivienda había un extraño olor húmedo y el grifo de la ducha estaba abierto, indicó Emilia. Otra vecina de la misma planta aseguró que las estufas eléctricas de la casa estaban encendidas. Los vecinos y el amigo de la familia alertaron a la policía, que al llegar al piso pidió que nadie fumara "porque podía haber una explosión".María Teresa estaba separada de un ciudadano arlentino de nombre José María Este, que es el padre de las dos niñas más pequeñas ("la mayor la tuvo siendo soltera"), telefoneó anoche a casa de Emilla para interesarse por la tragedia. Los abuelos de las niñas muertas llegarán hoy a Madrid procedentes de Bilbao, ciudad de donde era oriunda.
Sonia, hija mayor de Emilia Pérez (de 11 años de edad y amiga íntima de Iratxe) preguntó infructuosamente el lunes pasado a los profesores de Iratxe sobre su paradero. "Hacía varios días que no la veía, y era raro porque casi siempre estábamos juntas, e incluso a veces se venía a dormir a casa", dijo.
A última hora de la noche de ayer, la policía no se atrevía vaticinar si el cuádruple fallecimiento fue accidental o intencionado. La policía ha interrogado a varios vecinos. Los cadáveres están desde anoche en el Instituto Anatómico Forense donde hoy les practicará la autopsia.
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