El CAI espera la final de la Recopa con tensión por las declaraciones de Comas
ENVIADO ESPECIALEl CAI de Zaragoza intentará esta noche (20. 15, TV-2) inscribir su nombre por primera vez en la
nómina de campeones europeos. Su adversario en la final de la Recopa es el Paok de Salónica, que forma junto al Aris la pareja de representantes más solventes del baloncesto griego. Unas fuertes declaraciones efectuadas por Manel Comas, entrenador del CAI, al término de su encuentro con el Elosúa el pasado viernes han enrarecido el ambiente previo a esta final.
Comas, visiblemente enfadado, se quejaba de la falta de concentración y ambición que en ocasiones mostraban sus jugadores y efectuó una advertencia muy clara: "Mi equipo tiene un problema de concentración tremendo. Realmente tendremos que tomar medidas muy drásticas. Somos profesionales y no voy a tolerar que vayamos sólo de viaje. O se esta para jugar a baloncesto, o para irse a otro equipo.
El CAI necesitó un prórroga y cierta ayuda arbitral para vencer al Elosúa de León, lo que ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del entrenador zaragozano. "No vamos a perder el tiempo ni el presidente ni yo, ni el club. Tenemos 11.000 aficionados y no les damos nada, aunque vivimos de esto. Está claro que le estamos robando el dinero a alguien. Habrán echado a Monsalve, Carrera y Van Eman, pero conmigo no van a poder, lo garantizo".
A pesar de las expectativas levantadas con la vuelta de Kevin Magee, el hijo pródigo, a la capital aragonesa, la temporada que lleva realizada el CAI no invita en exceso al optimismo. Séptimos clasificados en la Liga, lo que les complica incluso su vuelta a Europa el próximo año, desaprovecharon su gran oportunidad de revalidar ante su público el título de Copa conseguido la tempora da pasada.
El Paok se sustenta fundamentalmente en tres hombres sus dos extranjeros y Fasoulas, sobradamente conocido por sus actuaciones en la selección griega. La pareja foránea esta compuesta por Prelevic, auténtico y genuino representante de la escuela yugoslava. Tirador implacable, el CAI ya tuvo oportunidad de conocer su calidad cuando se enfrentaron en la fase de cuartos de final, donde les endosó 62 puntos en los dos partidos. Ken Barlow, antiguo compañero de Kevin Magee en el Maccabi y pretendido por varios clubes españoles, representa la fuerza del Paok y es el contrapunto de Fasoulas, tercer vértice sobre el que se apoya el equipo griego. Este trío suele anotar alrededor del 70% de los puntos del conjunto.
Ambos equipos no se van a encontrar solos en el Patinoire de la capital suiza, el mismo escenario que vio perder al Barcelona a manos del Banco de Roma en su primera presencia en una final de la Copa de Europa. 3.000 seguidores han llegado desde Salónica, cifra ligeramente superior a los aficionados que se han desplazado en tren y autocares desde Zaragoza.
Como ocurre en la Copa Korac, los dos finalistas cuentan con el precedente de haberse enfrentado con anterioridad en esta competición. El balance es algo favorable a los griegos (70-64 en Zaragoza a favor del CAI, 112-102 para el Paok en su cancha), aunque esta pequeña ventaja se anula con el obligado factor corrector a utilizar cuando los encuentros se celebran en Grecia.
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