Retorno a las hombas
Iraultza interrumpió sus actividades terroristas en agosto de 1989, tras la colocación de una bomba en una sucursal bancaria, y las reanudó el 18 de marzo pasado con un atentado frustrado contra un concesionario de automóviles de Lejona (Vizcaya).Los portavoces acusaban al EMK (Movimiento Comunista de Euskadi) de intentar imponer a Iraultza su estrategia, sin ofrecerle ningún apoyo a cambio. Arremetían también contra la posibilidad de que EMK, tras su fusión con los trostquistas de LKI (Liga Comunista Revolucionaria), presentaran candidaturas electorales propias en todos los votos radicales se concentraran en fortalecer a HB y reconocía el "papel de vanguardia" de ETA. Los cuatro portavoces aparecían fotografiados en el periódico Egin encapuchados y con una metralleta sobre la mesa.
Violencia diferenciada
Al tratar de justificar su actividad violenta diferenciada de ETA, Iraultza aseguraba que trata de hacer ver "a los sectores más concienciados" la posibilidad de "dar contestación a los abusos e imposiciones del capital utilizando métodos que no requieren una gran espcialización". En la entrevista, presentada en dos páginas completas, no se hacía referencia a las cinco víctimas de la organización.
El partido objeto de las críticas, EMK-LKI, replicó a la entrevista siete días después con media página de publicidad pagada en el diario Egin. La nota rechazaba las imputaciones" sobre relación orgánica con Iraultza, calificadas de "hecho gravísimo" e "indemostrable hasta para la policía".
EMK-LKI no ha presentado finalmente candidaturas propias a las próximas elecciones municipales y forales como temían Herri Batasuna e Iraultza.
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