Yavlinski cree que la URSS puede salir de la crisis sin ayuda occidental
El economista soviético Grigori Yavlinski, protagonista de una activa campaña para que el presidente Gorbachov lleve su programa a la cumbre de los siete países más industrializados de Londres, cree que la URSS, donde los precios han subido un 96% en un año, puede salir de la crisis sin ayuda occidental. Ello supondría, sin embargo, un proceso de inflación, e incremento de la corrupción y mercado negro.
Mientras Gorbachov trata de combinar los distintos planes económicos existentes para elaborar un "plan del presidente", YavIinski se dedica a difundir los postulados que inspiran el suyo, confeccionado con ayuda de expertos estadounidenses en la Universidad de Harvard.En una entrevista publicada ayer por el diario Trud, YavIinski manifestaba que, de apoyarse en sus propias fuerzas, la URSS puede salir de la crisis "aunque se requerirá bastante más tiempo y no se logrará una mejora económica como con la participación de la comunidad internacional". "El factor tiempo", señalaba el economista, "juega aquí un papel especial. Si el proceso de salida de la agonía es largo y doloroso, será inevitable un persistente desarrollo de la inflación, el incremento de la corrupción en la sociedad y la difusión de la economía negra". [Los productos alimenticios han subido un 127% en un año, con un alza de 180% en la carne, un 193% en el pescado, y un 158% en los artículos de panadería. Los productos manufacturados han sufrido un incremento del 166% y los materiales de construcción, un 158%, informa la agencia Afp.]
YavIinski, uno de los autores del programa 500 días (rechazado en otoño pasado por Gorbachov en beneficio de un modelo híbrido), ha manifestado que los países desarrollados están interesados en que la URSS se convierta en un estado democrático con relaciones de mercado. Tanto el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, como el Kazajstán, Nursultán Nazarbaiev, apoyan el programa de YavIinski.
En lo que se refiere a Gorbachov, éste "analiza atenta y profundamente el documento", señaló el economista, quien en una rueda de prensa celebrada el viernes expresó su escepticismo hacia la posibilidad de combinar sus ideas con las del jefe del Gabinete, Valentín Pávlov.
La libertad de empresa y la economía de mercado han sido parte del mensaje que Borís Yeltsin ha llevado a EE UU tras una victoria del 57,3% en las urnas, que le ha de servir de apoyo para llevar a cabo una reforma económica radical en Rusia. Este viaje de Yeltsin ha sido muy distinto del primero, que realizara en 1989, cuando formalmente sólo era un diputado del parlamento soviético. Por entonces, los medios de comunicación de la URSS acusaron a Yeltsin de haber tenido un comportamiento poco serio (bebida incluida). Hoy, gracias al acuerdo de Novo Ogoriovo, Yeltsin ha acudido a EE UU como un hombre de Estado consciente de sus responsabilidades. Yeltsin ha sabido mantener la imagen de colaboración con Gorbachov que conviene a ambos políticos en vísperas de la cumbre de Londres.
Gorbachov, necesario
El mensaje emitido por el presidente George Bush, convenientemente recogido por los medios de comunicación soviéticos, indica que Gorbachov sigue siendo esencial y el "número uno" en las relaciones soviético-norteamericanas. Bush le comunicó a Gorbachov sus impresiones de su entrevista con Borís Yeltsin en una conversación telefónica mantenida por los dos líderes el día 21, según informaba la agencia Tass. Antes, según la misma agencia, Gorbachov llamó la atención sobre el fortalecimiento de la tendencia al acuerdo social, a la colaboración constructiva tanto en la sociedad en su conjunto como en las relaciones entre el poder legislativo y el ejecutivo, y entre los órganos soviéticos y republicanos.
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