"Castro no resistiría unas elecciones"
Elizardo Sánchez Santa Cruz, de 47 años, es uno de los escasos disidentes políticos que han decidido permanecer en la isla para hacer oposición desde dentro al régimen de Castro. Este profesor de filosofía marxista, separado de la Universidad en 1968 por sus desavenencias con el régimen castrista, al que inicialmente secundó, ha sufrido ocho años y medio de cárcel y se considera defensor de un socialismo democrático que algún día puede llegar a ser un recambio político para la isla. Para él, ni Castro ni quienes le rodean resistirían someterse a unas elecciones democráticas.
ENVIADO ESPECIAL Sánchez Santa Cruz compara la disidencia en Cuba con la que sostenía en época de comunismo ortodoxo en la URSS Andréi Sájarov y su reducido grupo de colaboradores. Acaba de contribuir, desde la Comisión Cubana de Derechos Humanos que dirige, a la creación de la primera plataforma política pluralista de oposición en el interior de la. isla y espera, con el visado español en su pasaporte, que el Gobierno cubano le dé autorización para viajar a Madrid invitado por la Asociación Pro Derechos Humanos, que dirige Enrique Gimbernat. Según Elizardo Sánchez, en Cuba la oposición ha ganado ya un espacio mínimo que el Gobierno no puede aniquilar porque ha erigido como bandera la reconciliación nacional.
Pregunta. El régimen comunista cubano depara múltiples sorpresas. Una persona que hoy se autoproclama disidente en el interior mañana puede aparecer en televisión con el uniforme de coronel de la inteligencia.
Respuesta. Creo que sí, que eso puede ocurrir. Pero ya la disidencia interna está bastante definida.
P. ¿Cómo explica que en un país como Cuba, donde se reprime cualquier indicio de protesta, usted haya viajado al exterior y después haya vuelto a su país?
R. Fue una maniobra del Gobierno cubano tendente a alentarme a desertar. Me lo dijo un funcionario del Gobierno a mi regreso, después de haber mantenido una entrevista con el senador norteamericano Edward Kennedy y con el premio Nobel de la Paz Óscar Arias. Las autoridades cubanas no pensaban que yo iba a volver y por eso me dejaron salir.
P. ¿Entonces usted está tolerado por los comunistas?
R. Sí, claro. Por ejemplo, en los últimos 10 años he estado ocho y medio en las prisiones. Me han tolerado en las cárceles y siempre en penosas condiciones. Si podemos seguir trabajando en el movimiento de derechos humanos se debe a que existe un espacio mínimo para actuar y porque le resulta muy difícil al Gobierno explicarle a la opinión pública internacional que personas que defienden tesis como la de la reconciliación nacional se vean perseguidos.
P. ¿Qué representa Elizardo Sánchez en la disidencia cubana: un proyecto personal o un movimiento político?
R. Ya se sabe públicamente que formo parte de una corriente histórica en la disidencia posrevolucionaria basada en el socialismo democrático. No es mucho menor esta corriente en comparación con la que un. día existió en los países del Este. A veces me preguntan que cuántos somos y yo respondo que somos los mismos que eran Sájarov y sus colaboradores. O sea, cuatro o cinco personas con otros cuatro o cinco colaboradores.
P. Se dice que en unas elecciones libres en Cuba barrería Fidel Castro.
R. Yo creo todo lo contrario. Pero si se insiste en esto, tal vez el presidente Fidel Castro pudiera sentirse estimulado a permitir elecciones libres. No obstante, creo que él y la corriente que representa no resistiría un proceso de elecciones democráticas.
P. Usted acaba de constituir con otros disidentes la Concertación Democrática Cubana. ¿Cuáles son sus objetivos?
R. Se trata de un acuerdo cívico con el que pretendemos alcanzar anhelos de paz, reconciliación nacional y democracia plena en todo el pueblo de Cuba. Yo represento en esta coordinadora una corriente de opinión. Reconozco que he desempeñado un papel de estímulo, pero el héroe anónimo es José Luis Pujol, representante del grupo Proyecto de Apertura de la Isla.
P. ¿Está usted en contra del bloqueo norteamericano contra Cuba?
R. En general estoy en contra de los bloqueos. Cuando ocurrió el bloqueo contra Irak estuve en contra por todo cuanto esto pueda significar para los grupos humanos mas vulnerables. En el caso de Cuba no existe el bloqueo, sino un embargo comercial. No tengo manera de influir en esto porque son decisiones de Gobierno pero personalmente creo que los embargos y los bloqueos, así corno toda aquella medida que arrincone a un Gobierno, resulta, poco favorable para el logro de soluciones políticas negociadas y no violentas.
P. ¿Qué le parece la política que el Gobierno castrista lleva a cabo con otros países en materia de inversiones mixtas?
R. Yo me asocio a la noción de libertad en el sentido más amplio: libertad política y libertad económica. Y si esas empresas se establecen sobre el acuerdo de dos partes, si yo me opusiera estaría cuestionando la libertad de los; empresarios de otros países por concertar acuerdos económicos con quienes deseen.
P. En octubre se celebra el cuarto congreso de] Partido Comunista Cubano. ¿Cree que puede ser una plataforma para que se produzcan reformas en la isla?
R. Eso desea todo el mundo, y también yo. Pero hasta este momento yo río espero nada sustantivo del congreso comunista. Y es lamentable, porque sería una buena ocasión para procurar cambios que son necesarios y además inevitables en nuestro país. El sistema sigue exhibiendo una total falta de voluntad política para reconocer cambios y asumirlos.
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