La movilización en Croacia desata la guerra total
Fuertes bombardeos artilleros de las ciudades de Sisak y Karlovac, al sur de Zagreb; la caída, al menos parcial, de la ciudad croata de Vukovar en manos serbias, y numerosos ataques aéreos sobre ciudades costeras y suburbios de Zagreb, dejaron ayer meridianamente claro que se ha impuesto la lógica de la guerra en Yugoslavia. Ambas partes parecían ayer dispuestas a que las armas decidieran la correlación de fuerzas en los próximos días.
Mientras el Ejército y los reservistas serbios intensificaban sus ataques en todo el frente, la Guardia Nacional comenzó un ataque contra diversos cuarteles federales para tomarlos y hacer se con equipo y armas destinadas a paliar su debilidad ante las batallas que esperan en los próximos días. Una columna de 30 tanques arrebatados por los croatas al Ejército se puso ayer en Bjelovar rumbo a la región de Banija, previsiblemente para re forzar el asalto a alguno de los cuarteles en esta zona.El general yugoslavo Andrea Razeta, jefe de la V Región Militar, que cubre la mayor parte de Croacia, declaró ayer a EL PAÍS que la llamada a la movilización general hecha por el presidente Franjo Tudjman en la neche del sábado equivale a la declaración de la guerra total. Según Razeta, no habrá un alto el fuego mientras las fuerzas croatas no levanten los bloqueos a los cuarteles del Ejército federal. Razeta advirtió que destruirá "objetivos estratégicos" en la capital croata si los dos cuarteles en la ciudad son atacados pero negó que el Ejército, tuviera intención de tomar Zagreb.
Miles de croatas acudieron ayer, pese a ser domingo, a las oficinas de reclutamiento siguiendo el llamamiento a la movilización del presidente. Éste había dicho en una dramática alocución televisada el sábado por la noche que los esfuerzos de paz de su Gobierno han fracasado por la voluntad de agresión y conquista territorial de las fuerzas "serbio-comunistas", y pidió a todos los croatas que asumieran su "sagrado deber de defender la nación croata de la agresión".
Los cuatro miembros del bloque serbio, se reunieron ayer por la tarde en Belgrado para discutir la situación política en el país y tomar medidas relevantes. La primera decisión de la presidencia incompleta, cuyas competencias el resto de los miembros no considera válidas, fue la proclamación de la movilización parcial. A continuación precisaron que las leyes militares serían aplicadas a los reservistas y a los desertores, a quienes no acudan al llamamiento de las Fuerzas Armadas y a cuantos rehúsen obedecer las órdenes. En casos especiales, se puede aplicar la pena de muerte, según informa desde Belgrado. Las amenazas de sanciones de la Comunidad Europea y los intentos de ambas partes contendientes de echarse mutuamente la culpa de la masiva violencia eran ayer meros fenómenos marginales ante la virulencia de los combates y la afluencia continua de muertos y heridos a los hospitales de las regiones en crisis. Sin embargo, tras su reunión, el bloque serbio, rechazó de plano las acusaciones de la CE afirmando que las decisiones de su organismo son un "asunto interno" que solo pueden ser condenadas por el Tribunal Constitucional yugoslavo.
Los fuertes combates en Duga Resa y Karlovac, en la Banija, y los bombardeos de posiciones croatas a lo largo del río Kupa, a 40 kilómetros de Zagreb, causaron ayer un número indeterminado de víctimas entre la Guardia Nacional. El periodista cadiense Peter Brysky, que trabajaba ocasionalmente como reportero gráfico para la agencia Associated Press murió al mediodía de ayer en Karlovac. Otros dos periodistas japoneses fueron heridos en la misma zona y su estado fue calificado de muy grave por la radio croata.
Radio Belgrado, serbia, entró ayer en la guerra de comunicaciones con el anuncio del fusilamiento de Davor Markovasic, un criminal de guerra croata calificado de "conocido necrófilo", al que se acusó de elaborar collares con dedos de nifios serbios.
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