Pepsi también se apunta al 92 español

"Vamos a estar muy activos en todos los eventos de 1992. No nos podíamos quedar fuera, porque hemos comprobado que en España hay un buen clima para los negocios y nos permite aumentar las ventas en toda Europa". El presidente mundial de Pepsico, Wayne Calloway, no evita adjetivos, cuando explica por que su compañia ha decidido invertir 1.000 millones de dólares (más de 100.000 millones de pesetas) en nuestro país en los próximos cinco años.

El primer ejecutivo mundial del grupo Pepsico aprovechó su estancia en España para cantar las excelencias del país que ha sido considerado como estratégico para esta multinacional dentro de Europa. Las fuertes inversiones que llevarán a cabo en los próximos cinco años se justifican por "la base de consumo sólida y afianzada y el contínuo progreso económico por el que atraviesa España", según explicaba Calloway en Madrid, poco antes de embarcarse en el avión privado de la compañía con destino a Sevilla. Allí visitó la nueva planta embotelladora de Pepsi Cola. "Junto a la planta de Sevilla", explica, "vamos a inaugurar otra en Vitoria. Estas dos fábricas nos permitirán aumentar la producción un 50%".Wayne Calloway tiene 55 años y como primer ejecutivo de Pepsico ha sido el artífice del fuerte crecimiento del grupo. Dirige un grupo empresarial que con 20.000 millones dé dólares (más de 2 billones de pesetas) de facturación anual, ocupa el puesto número 23 del ranking de empresas en Estados Unidos y es líder mundial de refrescos embotellados, de aperitivos salados (Matutano, Sonrics...) y de restaurantes bajo franquicia, (Pizza Hut y Kentucky Fried Chicken). La plantilla de Pepsico supera las 300.000 personas en todo el mundo.

"En España", añade, "nos vamos a seguir volcando en las tres divisiones. Las posibilidades que ofrece este país, no sólo con vistas a 1992 sino para siempre, son muy importantes. No hay que olvidar que España es la nación europea con mayor crecimiento económico y con una divisa fuerte y estable. Además, he podido comprobar que hay una gran receptividad para los negocios extranjeros. España es un gran sitio para estar. Se está muy bien".El presidente de Pepsico, no quiere entrar en detalles sobre qué parte de la inversión prevista se destinará a cada una de las tres divisiones. "No debemos dar demasiadas pistas a la competencia" dice, "pero vamos a emplearnos a fondo tanto en refrescos, como en aperitivos o restaurantes".

A Calloway no le gusta hablar de la competencia, pero sí de lo bueno que es que el mercado funcione. "Nuestra guerra histórica con el resto de las marcas en los sectores en los que competirnos", comenta, "ha sido positiva para todos, a pesar de las apariencias. Y ha sido muy buena para los consumidores, que han visto como los productos y los precios eran más convenientes".

Los planes de inversión en España pasan por algún tipo de incentivó. Wayne Calloway tiene muy claro lo que le interesa y las teclas que hay que tocar para conseguirlo. Durante su rápida estancia en España, hizo todo lo posible por tener un rato a solas con el ministro de Economía y Hacienda. "Pude visitar a Carlos Solchaga y charlar con él sobre nuestros proyectos de inversión en España", comenta el ejecutivo norteamericano, como queriendo zanjar la cuestión.

Cuando se le pregunta sobre posibles ayudas económicas o fiscales, Calloway no tiene más remedio que explicarlo: "Aunque todavía es pronto para determinar el volumen de incentivos que podamos recibir por nuestra inversión, es probable que nos concedan ayudas directas por el carácter de alta tecnología de buena parte de ellas".

El primer ejecutivo de Pepsico cuenta con cierto orgullo su proyecto de alta tecnología, que desarrollarán en los próximos cinco años en colaboración con Telefónica, IBM España y Fujitsu. "Este es un sistema auténticamente revolucionario en España, similar al que venimos utilizando en Estados Unidos durante años, desarrollado por nosotros mismos. Se trata de conectar vía satélite los 60 centros de distribución de productos Matutano en toda España, con la sede central de Barcelona, la fábrica de Burgos y el centro mundial de comercialización de Dallas, en el estado de Texas".