Los cubanos, sin gasolina "hasta nuevo aviso"

Sin tráfico. Sin contaminación. Sin apenas vehículos rodando por las carreteras, La Habana podría convertirse en breve en una ciudad al borde de la parálisis, de hacerse duradera la suspensión de la venta de gasolina a los dueños de coches y motos particulares en la capital cubana, decretada ayer sin previo aviso por las autoridades de la isla.El Gobierno de Fidel Castro suspendió por tiempo indefinido la venta de bonos de gasolina a los cubanos con vehículo propio, en una nueva medida restrictiva ante la crisis de los suministros de petróleo soviético.

Decenas de coches se arracimaban ayer en las gasolineras de La Habana en busca de la cuota de gasolina -160 litros trimestrales por automovilista-, pero en vez de los bonos de consumo, únicos que autorizan la posterior compra de combustible, se encontraban con un gran cartel en el que se podía leer: "Suspendida la venta de gasolina a los particulares hasta nuevo aviso".

Esta desaparición de la cuota individual de gasolina, que ya fue reducida a -finales del año pasado de 230 a 160 litros trimestrales, se produce sólo dos días después de que el Partido Comunista Cubano anunciase que la Unión Soviética había incumplido la entrega de 800.000 toneladas de petróleo en 1991.

Por ello, eran muchos los cubanos que pensaban ayer que podían hacerse definitivamente a la idea de que no dispondrán de gasolina en mucho tiempo.

El cese de la venta de combustible a los cubanos de a pie se suma a otras medidas similares que ya han reducido drásticamente los transportes públicos y de mercancías en toda la isla.

En noviembre, el Ministerio de Transportes dispuso una reducción del 50% en la circulación de autobuses de servicio público en la capital, en los trenes de larga distancia y en los transbordadores y barcos que navegan cerca de las costas cubanas.

De la misma forma, la compañía aérea Cubana Aviación anuncié hace 15 días el reajuste y reducción de los vuelos nacionales ante la escasez de combustible.